La familia Min es millonaria, no tiene necesidad de absolutamente hacer nada en la vida, su hijo solitario que jamás tuvo una figura de hermano, hasta que todo cambia cuando un pequeño llega a su vida y pone su vida completamente de cabeza.
-¿Hyung...
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Jimin se encontraba tranquilamente leyendo un libro en la biblioteca de la oficina de Yoongi, si ya había pasado aproximadamente un cuatro meses desde que Nayeon había abandonado la casa y supo días después que su compromiso con Yoongi había acabado, no había muchas respuestas en cuanto al deber y Jimin jamás preguntaba. Ese día era bastante lluvioso por lo que las clases habían sido suspendidas.
Jimin fue por vaso de leche y unas galletas mientras estudiaba un poco para los exámenes, su relación con Yoongi-Hyung había mejorado, él le permitía tener mayor libertad en la casa y pasar tiempo con él aunque a veces no hicieran nada más que solo ver algún partido o alguna película.
Ese día no se encontraba en casa había tenido que salir y justamente la enorme casa era únicamente para él. Se asomó por la puerta y verifico que no hubiera nadie, camino descalzo por los pasillos hasta aquel lugar donde se encontraba el jardín, en los últimos meses había estado a escondidas cosechando las mismas flores con ayuda de la jardinera, Jimin las cuidaba y verificada que Yoongi jamas se diera cuenta de eso. Ese día entró a contemplar la belleza de las enredaderas de flores que se acoplaban a pequeños espacios en la pared y la cantidad exuberante de rosas ordenadas en línea. Jimin hinchó el pecho con orgullo de tu hazaña.
—¿Estás feliz de haberlo hecho?
—Yo... Sí.
—Hace mucho el jardin no se veía con tanta vida y las rosas también, antes las cosechaba con mi madre pero cuando murió dejó de interesarme.
Jimin asintió y no tuvo el valor de voltear a ver a Yoongi porque estaba avergonzado de que lo hubiera descubierto. Pero en realidad Yoongi lo supo desde siempre, nunca perdía a Jimin de su vida en ningún momento por eso lo había descubierto.
Yoongi se inclinó a cortar una rosa con unas tijeras y se la entrego a Jimin.
—Así como estas rosas germinan así también lo va haciendo tu belleza Jimin.
Jimin sujetó la flor y sonrió literalmente ruborizado, para el tiempo que iba a agradecer estaba de vuelta ahí solo.
Caminando por los pasillos Yoongi tachaba una cosa más de la lista y sonrió yendo hasta su habitación para continuar con su plan.
Jimin se levantó al siguiente día con una enorme sonrisa en su rostro, Yoongi-Hyung jamás le había regalado algo por lo que le emocionaba la idea de que eso tan pequeño significará algo para su relación de "hermanos" bajó rápido las escaleras porque se le había hecho tarde, únicamente tomo una rebanada de pan con mantequilla. La voz de Yoongi lo hizo parar en seco.
—¿No te vas a despedir?
—Perdón, Yoongi-Hyung, gracias por la rosa y la comida.
Jimin sonrió y se recordó que su abuelo cuando le regalaba cosas le pedía un beso por lo que en su mente inocente Jimin se acercó a Yoongi para besar su mejilla y lo hizo en agradecimiento, pero el mayor lo sostuvo de su espalda y lo tomó desprevenido cuando sus narices se rozaron.
—Adiós, Jimin.
El chico no sabía que decir únicamente se quedó con las mejillas sonrojadas y corrió lo más rápido que pudo hasta el auto que lo esperaba afuera de la mansión Min, se cubrió el rostro con completo bochorno. Yoongi observo el auto irse y poco a poco todo iba acomodándose a lo que en su mente consideraba que estaba haciendo bien.
Jimin llegó a su escuela y fue recibido como siempre por Taehyung quien lo esperaba en la puerta principal y ambos iban a clase juntos, se sentaban al lado y ese día no había nadie en el salón de clase por lo que Jimin tenía dudas.
— ¿Puedo preguntar algo?
—No tengo dinero si a eso te refieres, bueno si tengo pero es de mis padres, eh...
—No me refiero a eso.
—Ya, ya, a ver. ¿Que pasa?
—Tu que tienes hermanos también ¿tu los has besado?
—Eh si, a veces no me gusta mucho hacerlo.
—Pero digo... ¿En la boca?
—¿QUEEEEEEEE? —exclamó escandalizado. —Claro que no, por qué besaría a mis hermanos en la boca, que asco Jimin, que tonterías preguntas, deja de ver páginas de dudosa procedencia en Internet.
Jimin solo rió por las ocurrencias de su mejor amigo y cuando el timbre de inicio de clases sonó, Jimin se sentó y abrió su cuaderno esperando por la profesora de matemáticas.
"Señor, el niño tiene dudas, ha empezado a hacer preguntas"
