𝐌𝐘 𝐋𝐈𝐓𝐓𝐋𝐄 𝐎𝐁𝐒𝐄𝐒𝐒𝐈𝐎𝐍 - 𝗬𝗢𝗢𝗡𝗠𝗜𝗡

9. Abandono.

Yoongi estaba ligeramente fastidiado, nunca se hubiera imaginado que tenía que lidiar con el hecho que en su escuela preguntarán los orígenes de Jimin, a pesar de todo no podía permitir que las personas supieran que era un niño pobre, pero nieto de su mayordomo, eso no podía ser.

Caminaba inquieto por todo su estudio, pensando una idea perfecta, pero lo que Yoongi no sabía era que estaba de forma consciente trazando la vida de Jimin en contra de su voluntad. El niño solo acataba órdenes porque creía que era lo mejor y porque su abuelo se lo había permitido, su abuelo, esa era la respuesta.

Arribó a la casa familiar antes de que Jimin volviera de su escuela y citó a su mayordomo de confianza y se sentó frente a él.

—¿Que sucede Yoongi?

—Seré claro con una situación, quiero que te vayas de la casa, que me cedas la tutoria legal de Jimin, yo me encargaré de él, tu te irás y no dirás nada más que serán unos días, irás a la casa de campo de la familia dónde no te faltará absolutamente nada ¿Entiendes?

—Yoongi, yo no puedo hacer eso, no puedo abandonar a mi nieto a su suerte, de qué hablas.

—Hablo de que le dejaras una maldita carta a Jimin diciendo que necesitas unos días y que yo me haré cargo de él ¿Eso te cuesta entender?

—No lo haré, es mi única familia.

—¿Ah no? —Yoongi sacó un portafolio con un documento —entonces supongo que a los de servicio social les gustará saber que mantienes a Jimin en situaciones precarias y que el niño de tanto maltrato tiene el síndrome de Estocolmo. ¿Te gustaría que termine en un orfanato? Piénsalo Jaewol, te estoy dando un futuro perfecto para tu nieto.

Jaewol tragó grueso y sus ojos se llenaron de lágrimas, no podía ser, Yoongi realmente lo tenía acorralado, no podía hacer mucho, una parte de él quería pensar en su nieto pero... ¿Siempre tendría contacto con él verdad? 

Finalmente Jaewol asintió aceptando.  Lo que restó de la tarde empacó sus cosas y entre lágrimas escribió una carta para Jimin, omitiendo todo tipo de detalles únicamente que tenía que ocuparse de otra casa y estaría a cargo de Yoongi hasta que volviera, que intentaría visitarlo siempre.

Jaewol partió de la casa Min con el corazón roto y sumido en llanto, sin saber que acababa de entregar a su nieto al peor postor.

Yoongi lo vio marchar y fácilmente su plan comenzaba y únicamente faltaba su pequeño tesoro Jimin.

Unas horas después el chiquillo llegó a la casa, corriendo a buscar a su abuelo para contarle sobre su primer día de clases, lo buscó por todo lados hasta que entró a la habitación de él y se encontró con una carta sobre su almohada, cuando la abrió y comenzó a leerla sus ojos se llenaron de lágrimas y comenzo a llamar a su abuelo por todos los pasillos.

Corrió lo más rápido que pudo hasta la entrada principal otra vez llamando a su abuelo una y otra vez con tanto dolor, los demás sirvientes solo podían verle con pena por lo que estaba sucediendo. Finalmente escuchó la voz de Yoongi llamándolo en su estudio.

Jimin se acercó hipando y finalmente Yoongi extendió sus brazos recibiendo el cuerpo del menor sumido en llanto, herido y confundido.

—Mi abuelito me dejó, Yoongi-Hyung, yo soy bueno ¿Por qué lo hizo?

—No lo sabemos Jimin, no llores, verás que pronto regresará...

—Pero yo quiero estar con él, yo quiero irme con él.

—No, Jimin, ahora estás conmigo, yo te cuidaré.

Jimin miró a Yoongi y este lo abrazo con más fuerza que nunca.

—¿Usted nunca me dejará verdad?

—No, Jimin, jamás lo haré.

El chiquillo suspiró profundamente triste mientras Yoongi sonríe complacido porque todo iba conforme a su plan. Esa noche Jimin durmió en los brazos de Yoongi, cuidando sus sueños pues el chiquillo lloró toda la noche. Finalmente cuando el siguiente día llegó, Jimin con dificultad decidió levantarse para ir a la escuela a pesar de que no lo deseaba.

El desayuno le esperaba, pero él estaba demasiado desganado para eso así que únicamente se sentó con Yoongi a hacerle compañía.

—Desde ahora ya no eres Park Jimin, ahora eres Min Jimin ¿Lo entiendes?

—¿Por qué?

—Porque nadie tiene que saber de tus orígenes Jimin, por eso, si preguntan eres hijo de un millonario que falleció y que yo quedé a tu cuidado.

Jimin asintió un poco desconfiado pero no tenía fuerza para preguntar cosas que no quería saber, únicamente se despidió de Yoongi cuando el chófer esperaba por él, llegando a su destino.

—Eh, Jimin. Te estaba esperando.

—Hola, Taetae..

—¿Estás bien?

—Si, estoy de maravilla.

—Que bien, oye hay un chico de los de quinto año que está preguntando por ti, escuché que le estaba preguntando a Irene por ti.

—¿Por mi?

—Si ya sabes seguramente quiere filtrear contigo.

—¿Que es eso?

—Eh... Coquetear ¿Besarse, follar?

—Yo nunca he hecho eso... Ni siquiera se que es el amor.

El espía de Yoongi informaba sobre esa conversación a su jefe y este sujetaba un lápiz con tanta fuerza que sus pálidos nudillos se volvían color rojo, como se atrevían a querer llenarle de esas ideas a Jimin, tendría una conversación con él cuando llegara a casa.