03. Pérdida.

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2 años después.

Esa mañana no fue como las que estaba acostumbrado a vivir, Yoongi no obtuvo su despertar habitual de parte de su mayordomo, ese que también formó parte de su vida desde que era muy joven. A su edad dónde una mansión solitaria era demasiado para alguien como él cuando su espacio se limitaba a su estudio donde revisaba cosas banales de la empresa de sus padres de las cuales era el único heredero y de vez en cuando salir de ahí a tocar el piano o la guitarra.

Pero esa mañana pintaba mal desde el inicio, el sonido de las gotas cayendo sobre su ventana y el hecho que hubiera quietud, de forma pesada se levantó de su cama la cual tendió de forma inmediata, detestaba demasiado ver una cama desordenada.

Siguió el camino largo del segundo piso hasta el primero donde fue recibido por otras personas encargadas de la casa pero ni la sombra de su mayordomo, bufó, bajando las escaleras hasta el salón principal donde se encontró su desayuno y junto a este una nota.

Yoongi-ah.
Lamento haberme ido sin avisar con anterioridad pero me surgió una emergencia y no quise molestar al despertarlo de su sueño profundo, una disculpa y cuando regrese cumpliré con cualquier penitencia que tenga para mí pero por favor, esto es de su importancia.

Yoongi no dijo nada más, ya luego indagaria un poco más sobre lo que sucedió, tomó su desayuno con normalidad y siguió su rutina diaria de actividades, dónde mayormente las cumplía en lapsos de tiempo ya establecidos porque detestaba no tener el control de la situación y cualquier cosa que estuviera fuera de su rutina era un problema.

Esa noche su mayordomo no llegó, literalmente fue un día más solitario que los normales. Hasta que recibió una llamada antes de dormir, respondió porque conocía el número.

-Yoongi-ah -escuchó el hipido al otro lado de la línea.

-Dime, Jaewol ¿Que ha sucedido?

-Mi esposa y mi hija fallecieron en un accidente Yoongi-ah, perdóname por no llegar está noche...

-Jaewol, no te preocupes, lo lamento mucho. Organizaré todos los preparativos para el funeral de tu esposa y hija, no te preocupes por eso.

-Yoongi-ah, no se cómo pagarte todo esto.

-Eres el empleado más longevo de mis padres, ellos así lo hubieran querido, llegaré más tarde a tu casa.

-Gracias, de verdad...

El hombre se rompió a través del teléfono en un silencio de parte de Yoongi, que duró muchos minutos dónde no tenía las palabras para expresar pero sabía que empatizaba "Ya lo he vivido" pensó.

Se cambió su muda de ropa y con este hizo los arreglos que había prometido y contactó a la mejor funeraria de la zona del pueblo de Jaewol, cubriendo con todos los gastos.

Abandonó su hogar esa noche para emprender un largo camino hasta un pueblo a las afueras de Daegu, su ciudad natal. Dónde todo dejaba de ser edificios y grandes ciudades para convertirse en zonas rurales y con aire menos contaminado. Llegó a la casa de Jaewol, siendo recibido con hospitalidad a pesar del dolor.

Presentó sus debidos respetos a las mujeres fallecidas y después de convivir un momento, la proliferación de personas lo agobiaba le traía recuerdos del funeral de sus padres y detestaba esa sensación tan familiar la pérdida se las arregló para abandonar ese abarrotado lugar.

Se alejó lo más que pudo de ahí hasta un enorme árbol de Sakura que lo recibía con una danza de sus flores, se quedó mirando en su esplendor hasta que una segunda persona se acercó a él y con unos ojos llorosos lo observó en silencio.

-Gracias por venir -escuchó a su lado.

-Jimin-shi.

El chico estaba un poco más crecido tal vez no de estatura pero su complexión ya no era la misma de hace dos años aunque seguía siendo un niño encantador, su semblante era melancólico y triste.

-Mamá y abuela se fueron al cielo y ellas danzan libres como esas flores que se alejan al horizonte.

-Es una manera bonita de decirlo.

-¿Así sintió usted cuando perdió a sus padres?

La pregunta lo dejó completamente desarmado pero se mantuvo impasible ante la interrogante, únicamente se quedó callado, palmeando la espalda de Jimin en un acto de confortar su corazón afligido.

Lo que restó del día se la pasó un poco alejado hasta que las personas se fueron retirando del lugar hasta que únicamente los condolidos quedaban y con ellos Yoongi, se sentaron en silencio en una de las sillas vacías de aquella casa contemplando en silencio la noche.

-Yoongi-ah, quiero pedirle algo más.

-¿Que cosa?

-No puedo dejar a Jimin aquí, puedo... -el hombre tragó grueso buscando las palabras.

-No es como que tenga otra opción.

Yoongi no le aseguró pero tampoco negó que ahora Jimin viviera con ellos, esa noche él volvió a su casa, dando el permiso a su mayordomo que se quedará el tiempo que necesitará para vivir su dolor y luto junto con su nieto.

Un año había pasado y ese había sido el tiempo que Jaewol tomó de descanso para recuperar el tiempo junto a su nieto y a su vez sanar un poco su corazón, a pesar de que conversaba de vez en cuando con algunos trabajadores de la mansión, todos conc...

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Un año había pasado y ese había sido el tiempo que Jaewol tomó de descanso para recuperar el tiempo junto a su nieto y a su vez sanar un poco su corazón, a pesar de que conversaba de vez en cuando con algunos trabajadores de la mansión, todos concordaban con algo, Yoongi estaba mal, se había vuelto más mal humorado, controlador y manipulador.

Nadie entendía por qué, ni siquiera el propio Yoongi lo entendía, fue un cambio de la noche a la mañana, solo recordaban un día despertando como siempre pero por haber cometido una equivocación en su desayuno provocó que tirará todo y se negara a probar comida.

Jaewol estaba cada vez más preocupado, ese no era el Yoongi que conocía, era alguien reservado pero jamás fue alguien que se comportará de esa manera tan errática, se apresuró una noche a regresar.

Yoongi se encontraba frente a la chimenea bebiendo una pequeña cantidad de whisky, movía el líquido en el vaso de vidrio y lo miraba completamente ido.

-¿Quién es?

-Yoongi-ah, soy yo.

-Hasta que apareces creí que no volverías, estoy rodeado de completos ineptos, tu eres el único rescatable de está bola de inútiles.

-Yoongi, no digas eso...

Los pasos siguientes fueron los pasos de Jimin tirando de una maleta y una mochila colgando de su hombro.

-¿Quien es él?

-Yoongi, es mi nieto...

-¿Tenías un nieto?

-Si te dije que podría traerlo porque no hay quien lo cuide en casa, no puede estar solo.

-No quiero un niño en casa.

-Pero...

-Te lo digo, busca que hacer pero no quiero niños en mi casa.

Jaewol y Jimin se miraron un poco estupefactos por la forma en que Yoongi se comportaba y especialmente porque no parecía que fuera una broma.

𝐌𝐘 𝐋𝐈𝐓𝐓𝐋𝐄 𝐎𝐁𝐒𝐄𝐒𝐒𝐈𝐎𝐍 - 𝗬𝗢𝗢𝗡𝗠𝗜𝗡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora