Ya habían pasado algunos días desde que Jimin había arribado a la mansión Min, dónde todo era bastante tranquilo, realmente parecía que nadie viviera ahí si no fuera por la cantidad de personas que limpiaban o vagaban por la casa.
No había visto a Yoongi en todo esos días, desde que parecía haber olvidado que su identidad, su abuelo le había dicho que no era una molestia y que no debía sentirse nunca así, que él era como una luz hermosa dónde quiera que estuviera.
Esas eran palabras que su madre seguramente le diría en las noches cuando lloraba porque los demás niños se burlaban de su peso, extrañaba mucho a su mamá, Jimin, intentaba que sus días no fueran tan malos e intentaba brindarle una sonrisa a su abuelo pero por dentro sufría muchísimo.
Era uno de esos días donde no había mucho que hacer por la casa, no asistía a la escuela tampoco, únicamente ayudaba a su abuelo a veces a cocinar y se quedaban hablando por horas hasta que sus servicios fueran requeridos.
A veces pasaba frente a la habitación de Yoongi pero nunca se atrevía a entrar, algo le alertaba que no lo hiciera y honestamente no quería sufrir la suerte de ser echado de esa casa por una imprudencia.
Esa noche era torrencial, era sumamente desagradable por el sonido del agua golpeando con fuerza su ventana y los rayos de luz de los relámpagos alumbran la habitación con total esplendor, Jimin le teme un poco a esas noches porque en una noche así murieron su madre y su abuela.
El chiquillo intenta voltearse y cubrir su cuerpo completamente con las finas sábanas pero está inquieto realmente inquieto, no le gusta estar solo pero no quiere molestar a su abuelito después de un día muy agotador.
El chiquillo se levanta con rapidez, descalzo, abre la puerta observando el enorme pasillo y como las sombras de algunas estatuas o objetos se reflejan con los relámpagos, suspiró dándose animos.
"Tu puedes Park Jimin ya no eres un niño de 7 años" el chico tomo impulso y corrió escaleras abajo, con el corazón latiendo a mil hasta que llegó a la cocina donde buscó una taza y una galleta, procuró ser silencioso para no despertar a nadie. Con dificultad se subió a una silla para alcanzar un bowl lleno de galletas que su abuelo tenía guardado.
Dejó todo impecable, hasta que en la penumbra de la oscuridad escuchó una melodía provenir de algún lugar de la estancia, Jimin dejando que su curiosidad lo guiará, caminó despacio siguiendo el sonido hasta lo que parecia ser un estudio, la puertas se encontraba entre abierta por lo que por medio de la separación pudo observar al causando de eso.
Yoongi estaba ahí de espaldas con una pijama de seda en color oscuro, una pequeña lámpara alumbraba el lugar y con este un pequeño cigarro entre sus dedos mientras tocaba una melodía bastante melancólica. Sin poder imaginarlo al intentar mover la puerta está rechino provocando que aquella melodía se viniera abajo en un estribillo distorcionado.
Jimin únicamente pudo retroceder casi a gatas cuando los firmes pies de aquel hombre se posaron sobre el piso y sus pasos retumbaban sobre este como una estampida de leones corriendo. Cuando la puerta se abrió, aquella figura lo miraba fijamente casi con molestia.
—¿Qué haces aquí? O más bien ¿Qué haces despierto?
—Yo... —calló Jimin, presionando sus labios con visible señal de querer huir.
—Te lo repetiré otra vez, qué estás haciendo aquí.
—Yo no podía dormir... Abuelo dice que un vaso de leche y una galleta ayuda y yo solo vine por ella pero escuché la melodía que usted tocaba Yoongi-Hyung, entonces me dió mucha curiosidad, no era mi intención molestarlo, de verdad.
Yoongi, miró al chiquillo con fastidio pero finalmente desistió de pedir más explicaciones y únicamente tiró la colilla del cigarro a justamente cuando estaba por cerrar las teclas del piano, Jimin lo interrumpió.
—Podría seguir tocando por favor... Es una bonita melodía.
—¿Sabes cuál es?
—No... ¿Cómo se llama?
—Se llama Sonata de Medianoche, suelo tocarla cuando tampoco puedo dormir, aunque generalmente no tengo una persona espiandome sin mi permiso —enfatizó en la última frase, pero restando importancia, volvió a sentarse.
Sus dedos largos y delgados se posicionaron sobre las teclas pulcras y que emanaban un sonido tan delicado y exquisito que relajaba a cualquier alrededor, Jimin vio esa continuación de la melodía como una invitación a también compartir esa velada.
Sigilosamente se acercó a uno de los sofás de ese estudio y se sentó bebiendo un poco de su leche y hundiendo la galleta para más deleite, Yoongi no decía nada pero tocaba con una maestría que nunca antes Jimin había presenciado, era elegante, gentil y delicado como si temiera lastimar aquellas teclas.
—Yoongi-Hyung ¿Extraña usted a sus padres?
El mayor ni siquiera respondió, únicamente continuo tocando, aunque en sus adentros Yoongi lo hacía, a pesar de que su relación con sus padres no era la mejor y cada uno se ocupaba de sus asuntos, una llamada cada noche o una cena silenciosa siempre era bien recibida, pero eso no existía más y eso no sabía cómo vivirlo por lo que únicamente se centraba en reprimir completamente todo.
—Yo extraño mucho a mi abuelita y a mamá, ellas eran mi vida.
—Lo superarás, tienes a tu abuelo y quizás luego tengas una pareja.
—¿Usted tiene?
—Supongo que sí, hace mucho tiempo no la veo, tenemos algo como una relación a distancia.
—¿Qué es eso?
—Jimin no hagas tantas preguntas, eres joven, algún día lo sabrás.
El chiquillo se tomó eso como un regaño por lo que guardó silencio y volvió a concentrarse en su leche y la melodía. Pasaron los minutos que se fueron convirtiendo en horas, dónde el chiquillo cayó profundamente dormido y Yoongi aún tenía insomnio, la tormenta había parado y cuando la melodía acabo, volteo a mirar y Jimin se encontraba dormido.
Al inicio lo miró con molestia, nunca había tenido que lidiar con chicos jóvenes en su casa, porque por eso no había tenido hermanos, tenía primos pero esos no le visitaban con frecuencia entonces no importaba. Se levantó de su lugar y pensaba dejar al chico ahí pero se veía bastante incómodo por lo que lo alzó en sus brazos con algo de dificultad porque no solía cargar personas en sus brazos pero se las arregló para llegar a la habitación del más joven y dejarlo ahí.
Justamente el chico entre sus sueños se removía bastante inquieto, lo cubrió con sus sábanas y le dió un breve apretón de uno de sus brazos para que volviera a calmarse.
Cuando otra vez hubo silencio en ese lugar, por las noches Yoongi solía vagar, no le gustaba hacerlo de día, así podía darse el tiempo de contemplar cosas que parecían banales. Pero principalmente por la intranquilidad que vivía dentro de su ser por algo que tenia que controlar.
A veces los demonios no viven en el infierno, los demonios los cargamos dentro de nosotros.
Extras:
✓ Jimin en esta línea tiene 12 años.
✓ Yoongi es mayor que el tiene 22 años.
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𝐌𝐘 𝐋𝐈𝐓𝐓𝐋𝐄 𝐎𝐁𝐒𝐄𝐒𝐒𝐈𝐎𝐍 - 𝗬𝗢𝗢𝗡𝗠𝗜𝗡
FanfictionLa familia Min es millonaria, no tiene necesidad de absolutamente hacer nada en la vida, su hijo solitario que jamás tuvo una figura de hermano, hasta que todo cambia cuando un pequeño llega a su vida y pone su vida completamente de cabeza. -¿Hyung...