No sé que pensar

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Ciertamente los días de escuela para Hwanwoong se habían vuelto agotadores y estresantes pero a pesar de ello se mantuvo fuerte y continuó dando lo mejor de sí mismo para poder finalizar con el proyecto y así Youngjo se mantuviera descansando.

Luego de otro día de clases el pequeño Hwanwoong se dispuso a dirigirse hacia su casa como de costumbre pero antes de poder salir del edificio una voz femenina le llamó.
-¡Hwanwoong!-se dio media vuelta y se quedó algo extrañado al ver de quién se trataba.
-¿Tú?...¿qué quieres?-dijo de mala gana, no quería retrasarse.
-Tranquilo, sé que soy la persona con la que menos quieres hablar pero...solo quiero saber algo, es todo-la pelinegra estaba incómoda puesto que no se llevaba bien con él-¿Puedes...me podrías decir cómo está Youngjo?...hace días que no lo veo y pues se me ha hecho raro ya que siempre está contigo...solo dime eso y no te molestare más-
-Oh...pensé que ya lo sabías-
-¿Saber qué?-
-Bueno...desde que ocurrió lo de Chang Bin, Youngjo ha enfermado y desde ese día ha estado muy delicado de salud, ha tenido que estar en casa descansando-
-¿Qué es lo que tiene?-la chica se quedó extrañada.
-Tiene ataques de ansiedad y dolores repentinos en el pecho, sufre constantes colapsos porque afectan a su corazón-
-Ay no...no tenía idea de que estuviera pasando por algo así...¿su padre lo sabe?-
-No realmente, ni siquiera lo ha visitado ni una vez en lo que lleva viviendo conmigo-
-Ya veo...gracias Hwanwoong y perdona las molestias-
-Jennie-antes que la chica se retirara el chico la tomó del brazo-Sé que tú y yo no nos conocimos de la mejor manera pero quiero decirte que no te preocupes...no me molesta que quieras saber de Youngjo, sé que no se manda al corazón cuando se trata de nuestros sentimientos pero si puedo decirte algo...Youngjo no te odia ni nada por el estilo...así que descuida, él estará bien-los ojos de la chica se volvieron cristalinos ante las extrañas palabras del chico.
-Yo...yo-se limpió la lágrima que se deslizaba por su mejilla-Gracias-dio una reverencia y se retiró, el chico hizo lo mismo y salió rápidamente del lugar.

Hwanwoong corrió lo más rápido que pudo hasta que por fin vio su casa a lo lejos, lo único que lo motivaba para volver a casa era ver a su querido novio. Se perdió tanto en sus pensamientos que no se percató que frente a su casa estaba estacionado un auto, el cual jamás había visto así que sin dudarlo entró a casa para saber de quién se trataba. Al estar dentro su madre le saludó desde la cocina.
-¡Mami!-susurró-¿Quién está en casa?-dijo mientras se acercaba silenciosamente hacia ella.
-Vino el tío de Youngjo a visitarlo, el papá de Geonhak si bien recuerdo-
-¡Oh!, el señor Tan-afirmó-No pensé que vendría a verlo-
-Pues ya ves, ¿cómo te fue cariño?-dijo dándole un tierno beso en la mejilla.
-Bien pero estresante como siempre, ya estoy finalizando el trabajo-dijo mientras se quitaba el saco del uniforme.
-Me da gusto cariño, es bueno saber que ya están por finalizar con eso-
-Hoy trabajaré hasta tarde para pasar digitalmente lo que falta y asi terminar las diapositivas para la presentación-se sentó en el comedor para comer lo que su madre le dio.
-Que bueno, ¿cuándo van a exponer entonces?, habías dicho que a mediados de mes lo harían-
-Los maestros lo pasaron para final de mes, osea este viernes y será todo el día porque debemos exponer todos los grupos del salón, así que terminamos en esta semana-dijo contento.
-¡Que bueno!, me imagino que ya estudiaron lo que le corresponde a cada uno-
-Claro, venimos estudiando desde hace tiempo-
-En ese caso come para que vayas a trabajar-el chico asintió y continuó su cena.

Un rato después el señor Tan bajó hacia la sala.
-¡Señor Tan!-gritó el chico desde la cocina.
-¡Woong!-saludó-Que bueno verte de nuevo-
-Lo mismo digo-sonrió.
-¿Qué tal todo?, ¿vienes de la escuela?-
-Asi es, vine hace un rato pero no subí para no llegar a interrumpir-insinuó.
-Tonterías, hubiéramos conversado un rato con mi sobrino que por cierto ya lo veo un poco mejor que la última vez-
-Ha estado tomando los medicamentos que le recetó el doctor Cha, también ha recuperado el apetito poco a poco-dijo la señora Han.
-Eso es bueno, espero que siga así-sonrió-Hace años que no lo veo y me preocupa que tenga problemas de salud tan joven-
-Estará bien, no tiene de que preocuparse-aseguró-Estoy cuidando de él así que tenga la certeza de que está en buenas manos-dijo orgullosa.
-Muchas gracias Jun-hee, de verdad le agradezco que esté cuidando de mi sobrino, ya que ciertamente no es su obligación como tal...es un poco vergonzoso que usted tenga que hacerlo sabiendo que Youngjo tiene padre-
-¿Habla del señor Kim?-
-Si...es molesto saber que no se preocupe por mi sobrino, ni siquiera yo que he vivido en EEUU desde que Geonhak era un bebé me ha dado igual lo que él haga, sé que mi hermano no es la persona más afectiva que exista pero actúa tan despreocupado con él que me sorprende que sea su padre-dijo mientras se
cruzaba de brazos.
-Lo sé...a mi también me sorprende como puede no mostrarle importancia, Youngjo ya lleva algunos meses viviendo con nosotros y nunca se le ha dado por venir a verlo, a veces me pregunto como se sentirá al respecto...¿tan mal se llevan como para no buscarlo?-
-No lo sé pero si de algo estoy seguro es que si mi cuñada estuviera aquí nada de esto hubiera pasado...Hyun-joo siempre hizo lo posible para cuidar de Youngjo-apretó su labio inferior-Es una pena que haya terminado en ese lugar, me duele mucho saber que lleva encerrada varios años ahí y que Youngjo haya tenido que vivir sin ella-
-Lo sé...su ausencia fue lo que más le afectó a Youngjo todo este tiempo...según lo que mi hijo me cuenta, después de que la mamá de Youngjo fuera internada el señor Kim le dio la espalda y por eso su relación es así de distante con él-
-No sé que pasa por la cabeza del idiota de mi hermano...lo siento, no debí decir eso-
-Descuide, entendemos lo frustrante que es todo esto para usted, ojalá y hubiera una manera de que las cosas entre ellos mejoraran-
-Si depende de mi hermano eso no pasará, Won jamás se muestra vulnerable y no es de lo que aceptan sus errores pero si hubiera una manera de que recapacite sería bueno para ellos dos-
-Algún día, tengo fe de que así será pero por ahora es importante que cuidemos de Youngjo, está atravesando por una pérdida dolorosa y sumando que ahora esta enfermo-
-Tiene razón, bueno será mejor que me vaya porque me esperan para cenar...hace tiempo que quería vivir esto, ¿saben?-sonrió-En fin, voy a pasar otro dia antes de que vuelva a EEUU-
-¿Se irá otra vez?-
-Por asuntos de índole legal y "familiar" no puedo estar en Corea pero como mi deber como padre pudo más que un estupido acuerdo tengo permitido quedarme un mes, así que volare de regreso en unos días-dijo mientras caminaba hacia la puerta.
-Oh...ojalá y pueda volver nuevamente, que le vaya bien y gracias por venir-
-Gracias a ustedes por todo-le dio un apretón de manos.
-Nos vemos señor Tan-dijo el pequeño pelinegro.
-Te encargo a mi sobrino-se despidió y rápidamente se alejó en su auto.
-¿Qué es esto?-dijo la señora Han-No puede ser-se quedó observando el sobre que tenía en sus manos.
-¿Qué tienes en la mano?-el chico se acercó y vio que era una suma de dinero.
-Tiene algo escrito aquí...
"Les agradezco enormemente todo lo que su familia ha hecho por mi sobrino, se que han tenido que asumir gastos y responsabilidades que no les corresponde así que de corazón les agradezco por todo, espero que este dinero sirva de algo, no es mucho pero es lo que puedo darles por los momentos. Gracias por todo y que Dios los bendiga. Att: Kim Tan"
-Oh...señor Tan-el chico se sintió conmovido ante tal acción que no pudo evitar llorar.
-El señor Tan es muy amable, de verdad que lo es-la señora Han no pudo evitar llorar también, de tal palo tal astilla-Bueno, será mejor que vayas a tu habitación para que hagas tu trabajo cariño-
-Cierto, subiré mis cosas-
-No hagas ruido por si Youngjo está dormido, ¿ok?-
-Esta bien, saluda a papi por mi, ¿sí?-la abrazó.
-Claro que sí, anda-acarició su cabellera y el chico subió hacia su recámara.

𝘾𝙖𝙩 𝙡𝙤𝙫𝙚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora