Cuando la vida sorprende

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Entramos al edificio y observé que en el lugar no habían tantas personas, por lo que según Youngjo este lugar solo era para aquellos que debían ser tratados en su totalidad debido al nivel de gravedad que poseían, en otras palabras que no pueden curarse rápidamente. Nos acercamos a la recepción donde se encontraba una enfermera.
-Buenos dias-saludó el pelirrojo.
-¡Youngjo!, que bueno verlo por acá, hace tiempo que no viene-sonrió.
-Oh si, estaba ocupado así que no tenía la disposición de venir pero aquí estoy ¿Puedo pasar a verla?-preguntó apoyando sus codos sobre el mostrador.
-Dejame ver-revisó unos papeles-Y vienes en buen momento, ya será hora de merendar-miró al pelirrojo-Pueden comer juntos si así lo deseas-solicitó.
-Me parece bien, por cierto ¿Puede venir conmigo?-señaló hacia mi dirección.
-Oh, ¿Quién es él?-preguntó algo confundida.
-Viene conmigo, lo traje para que la conociera -
-Ya veo, claro no hay problema-guiñó un ojo-Vayan tranquilos y si necesitan algo me avisan-se despidió. Caminamos en dirección a las escaleras para llegar a la habitación de su mamá que se encontraba en el cuarto piso del edificio, el pelirrojo iba delante de mi y yo solo lo seguía, trataba de permanecer calmo pero realmente me sentía nervioso porque después de todo ¡Conoceria a su mamá!, la única persona que ha sido el motivo por el cual él no se ha rendido después de tanto dolor y sufrimiento, verla seria una experiencia muy conmovedora pero también desgarradora, ya que si acabó en un lugar así su vida fue demasiado desafortunante.

Finalmente al cabo de unos minutos nos encontrábamos frente a la puerta de la habitación, sin embargo antes de entrar el pelirrojo se detuvo y con un tono bajo habló.
-Woongie-lo mire fijamente-Antes que nada gracias por venir conmigo...se que pareciera que no me afecta nada pero cada vez que vengo, esto es una tortura...verla así me duele mucho-conectó su mirada con la mía-Espero que tu primera impresión sobre ella no sea negativa-sonrió pero antes de poder decir algo abrió la puerta y se dio paso adentro de la habitación, de modo que le seguí. Al entrar noté que la recamara tenía un estilo simple pero cálido, la decoración transmitia la vibra de un pequeño hogar como si trataran de que los pacientes se sintieran como en casa, prontamente dimos con ella.
-Hola mamá, ya estoy de vuelta-estaba sentada en un sofá cerca de la ventana observando atraves de ella, al escuchar la voz de Youngjo volteó su rostro en dirección hacia nosotros, sin embargo tenía una mirada perdida como si no estuviera del todo consciente, llevaba puesto un suéter blanco de lana, un pantalón pijama y pantuflas, su cabello estaba recogido; viéndola bien ella realmente era muy hermosa, a pesar de su edad lucia joven pero podía notarse lo delgada que estaba. El chico se acercó lentamente hacia ella.
-¿Cómo estas?-la tomó de la mano-Te ves muy bonita hoy-sonrió.
-Youngjo...que bueno verte-respondió lentamente y con un tono de voz bajo, sonaba muy dulce si me lo preguntas.
-Me alegra verte también-acarició su rostro-Mira, traje a alguien-señaló con su mano para que me acercara-Él es Hwanwoong-
-Mucho gusto señora-di una pequeña reverencia-Es más bonita en persona, luce muy bien esta mañana-sentia que casi me desmayaria de los nervios, jamás había hablado con ella y peor aún viendola en ese estado que me provocaban ganas de llorar.
-¿Qué te parece?-preguntó el chico tomando mi mano para acercarla a la de ella.
-Hwanwoong-dijo repentinamente-Es un bonito nombre...tenia un amigo de la primaria con ese mismo nombre-dijo con un tono tan dulce.
-¿Enserio?, ¿Que casualidad verdad?, eso indica que se llevarán muy bien-declaró el pelirrojo sonriendo alegremente.
-¿Eres su amigo?-preguntó dulcemente.
-Oh pues, yo-me interrumpió.
-Es mi novio-de inmediato voltee a mirarlo, él solo se limitó a sonreír coquetamente, lo cual me hizo ruborizarme más de lo que estaba, no podía creer lo que acababa de escuchar ¡¿Somos novios oficialmente?! ¡¿O solo lo dijo porque es ella?!, no sabía con certeza el porqué pero me limité a seguirle la corriente.
-Novios...comprendo-se quedó en silencio-Que bueno, así Youngjo tendrá alguien que cuide de él-al escucharla decir eso no pude dejar escapar unas lágrimas, la tomé de las manos.
-Lo cuidaré mucho, se lo prometo-le sonreí.
-¿Quieres comer?, ya es hora de merendar, ¿Te gustaría que saliéramos afuera?-preguntó alegremente el pelirrojo, a lo cual ella asintió-Bien, Woongie cuidala mientras vuelvo, buscaré a Yuri para que nos ayude a llevarla al patio-rapidamente el chico salió de la habitación.

𝘾𝙖𝙩 𝙡𝙤𝙫𝙚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora