Recuerdos del ayer

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El tiempo pasa y todos los momentos se los lleva con él y lo único que nos deja son los recuerdos.

(13 años atrás)
-Mira Youngjo, ella es la señorita Kim-dijo el mayor-Saluda-el niño algo apenado se acercó hacia la pelinegra y le dió una reverencia.
-Jennie, saluda al joven Kim-indicó la madre de la niña.
-Mucho gusto-dijeron ambos al unisono y un rubor apareció en sus mejillas.
-A partir de ahora serán amigos y deberán llevarse bien-indicó el mayor.
-Serán buenos amigos durante muchos años ¿No es así señor Kim?-insinuó la mayor-Ahora vayan a jugar-
-Llevala a tu habitación Youngjo-indicó su padre, el menor asintió y llevó a la chica a su recámara.

Al estar en la habitación ambos se sentaron en un pequeño sofá que estaba junto a la ventana. Ambos se quedaron en total silencio, ninguno era capaz de romper el hielo hasta que finalmente alguien habló.
-Capibara-
-¿Qué dijiste?-dijo la niña algo confundida.
-Capibara-señaló al bolso que llevaba la menor.
-Oh si-lo acercó al contrario-Me gustan mucho...son muy suaves-
-¿Los has visto?-
-Si, mi mami me lleva a un lugar donde los cuidan y me dejan tocarlos-
-Oh, que genial-dijo el chico-¿Es tu animal favorito?-
-Si, me encantan-ambos sonrieron-¿Tú tienes algún animal favorito?-
-Si-se puso de pie y salió de la recámara para aparecer con un gato en manos.
-¡Que lindo es! ¿Cómo se llama?-
-Tigre-lo acarició-Los gatos son mi animal favorito, mi mami dice que parezco un gato y más a los negros-
-¿Enserio?-lo observó por unos segundos-Si pareces un lindo gatito, tus ojos son como los de un gato-rió.
-Tu pareces un mandu-
-¿Por qué?-dijo extrañada.
-Tus mejillas son regordetas y pensé en mandu cuando te vi-se echó a reír.
-¡Eso no es cierto! Mi mami dice que parezco una princesa-hizo un puchero con su boca y se cruzó de brazos.
-Si eres un princesa serías una muy mimada-sacó la lengua.
-¡Oye!-gritó molesta.
-Youngjo, discúlpate con Jennie-una voz gentil apareció en la recámara.
-¡Mami!-dijo el menor.
-¿Te está molestando Youngjo?-se acercó a la niña, la cual asintió con lágrimas en sus ojos-Ya veo, pero no tienes porque enojarte, de hecho tus mejillas si parecen unos jugosos mandu porque son muy lindos y regordetos-sonrió.
-¿Entonces...no son feos?-
-Claro que no linda, son bonitos al igual que tú-la abrazó-Ahora Youngjo, ven y pídele disculpas por hacerla sentir mal-
-Yo...-
-Youngjo-
-Lo siento Jennie...no quería hacerte sentir mal-dijo apenado.
-Esta bien Youngjo, ahora me gustan mis mejillas porque parecen mandu-rió.
-Ahora que todo está bien ¿Quieren comer algo? Traje unas golosinas para que prueben mientras ven algo de televisión-
-¡¡Si!!-dijeron contentos.
-Andando-ambos se sentaron en el sofá y la señora Jeon les dejó las golosinas sobre la mesa y se quedaron viendo muñecos animados durante un buen rato.

Ciertamente la amistad de ellos creció y se divertían mucho. Youngjo iba a visitar a Jennie y ella a él, jugaban largos ratos llenos de diversión y risas, aunque de vez en cuando discutían por los caprichos de la menor pero aún así pasaban el rato juntos.
Youngjo en esos tiempos era más sociable y abierto a los demás, la principal razón era porque convivía con su madre que le enseñaba a ser un niño bueno para que en el futuro fuera una persona de buen corazón que ayudara a los demás cuando más lo necesitaran. Sin embargo, las cosas con el tiempo empezaron a desmoronarse ya que la salud de la señora Jeon empezó a presentar problemas y cuando menos se lo esperaron sufrió aquel colapso que marcaría la infancia y la vida de Youngjo.
-Youngjo vamos a jugar-insistió la menor por tercera vez-Vamos a jugar porfis-
-No Jennie...no quiero jugar-dijo el pequeño con tristeza-Ve y juega tú sola-
-Yo quiero jugar contigo-suplicó tomándolo de las manos.
-¡¡Que no!!-gritó-¡Vete y déjame tranquilo!-
-Youngjo...-la niña empezó a llorar-Eres un grosero...yo solo quería jugar contigo-salió corriendo hacia la oficina del señor Kim dónde estaba su madre.
-¡¡YOUNGJO VEN AQUI AHORA MISMO!!-gritó su padre molesto y el pequeño de mala gana apareció.
-¿Qué pasa padre?-
-¿Me puedes explicar por qué trataste así a la señorita Jennie?-se puso de pie delante de él y solo lo observaba con furia.
-Yo...yo no quería jugar y ella insistió mucho-dijo seriamente-No quiero jugar y eso no lo entiende-se cruzó de brazos.
-¿Es cierto eso?-preguntó molesto.
-Me gritó de manera grosera...yo no le dije nada que pudiera molestarlo-se aferró a su madre-Yo solo quería jugar-sollozó.
-Señor Kim, no voy a tolerar que Youngjo trate así a mi hija así que quiero que se disculpe con ella como se debe-
-Youngjo, discúlpate-ordenó su padre.
-Yo-el menor sintió una ira inexplicable pero no podía desobedecer a su padre, así que se arrodilló ante la señora que cargaba a la menor en brazos-Lo siento-cuando levantó la mirada vio como la niña sonreía con satisfacción y eso causó un desprecio hacia su persona.
-Gracias-dijo la mujer.
-Ve y juega con la señorita Jennie ahora-
-Pero-
-¡Juega con ella!-el menor asintió y fue con la peli negra.

𝘾𝙖𝙩 𝙡𝙤𝙫𝙚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora