"No te metas con las creencias de la gente".
Pusiste en práctica esta asombrosa broma:
Has engañado a tu amigo religioso, recibiste un presagio de Dios.
Así es; Dios, el mismo Dios, el todo creador.
Un llamado divino, advirtiendo por la pronta muerte de tu camarada.
Le hiciste saber el suceso, y además, dramatizaste aquel encuentro ficticio.
Tras esto, el pánico invadió su cuerpo, las dudas tensaron sus nervios y el horror caldeó su corazón. Este secreto revelado solo indujo miedo y especulación.
Entre sus llantos, mareos y temblores, tú reíste, y no evitaste preguntarte ¿Que tan correcto es hacer esto?
Tan pronto la ética te quiso socavar, ese refrán pasó por tu cabeza, calmó tus culpas y arrastró tus penas.
"No te metas con las creencias de la gente".
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Ecos De Un Alma.
HorrorPensamientos e ideas desorganizadas de un joven introspectivo. Filosofia, poemas y abstracciones lineales. 𝗡𝗼𝘁𝗮: Como dato interesante, a medida que avanzan las entradas puede apreciarse una evolución en las ideas expuestas, no sólo en la manera...