Cap 21

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Kim no tuvo el valor de seguir escuchando lo que hablaban.

Se levantó y se dirigió a sus amigos pidiéndoles que por favor se fueran de ahí. No explicó el por qué y no era necesario ya que sus amigos tenían planeado irse pronto.

Tomaron sus pertenencias y fueron rumbo a sus casas uno por uno hasta quedar solo Kim.

Se encontraba en su auto, inmóvil al igual que este. Estaba perdido en sus pensamientos. Lo habían engañado bastante tiempo y siempre lo perdonó pero nunca pensó que llegaría hasta el punto de mentirle sobre un bebé.

Quería correr, gritar u cualquier otra cosa que le aliviará el dolor.

Arrancó el auto y con la velocidad al 100% condujo hasta la casa de First.

Tenía las llaves y lo esperaría cuando llegase.

Pasaron horas, minutos y segundos en los cuales First nunca llegó. No fue hasta las 2 de la mañana.

Kim se encontraba en la pequeña sala de la casa, cruzado de manos y pies, con los ojos bien abiertos.

First intentó no hacer ruido pero al entrar se encontró a un Kim observándolo.

-Diablos. Amor me asustaste- colocó su mano en su pecho.

-Lo siento- dijo un Kim tranquilo.

-¿Cómo te fue? ¿Te divertiste?- preguntó antes de bajar la mano de el pecho.

-Estuvo bien. Jugué baloncesto con los chicos un rato. ¿Y tú?- la mirada de Kim cambió pero First no pudo descifrar de que se trataba.

-Yo...fui con los chicos a nuestra cafetería favorita. No paraban de hablar sobre nuestra boda y el bebé- sonrió falsamente y Kim forzosamente.

-Que bueno que te divertiste mi amor. Vamos a dormir- Kim se levantó y tomó de la mano a First dirigiéndose a la habitación.

Al llegar ambos se acostaron y se abrazaron como siempre lo hacían.

First durmió en seguida pero Kim no lo hizo en toda la noche.

Su tristeza era más grande que el sueño. Después de tanto pensar se le ocurrió que si iría a Francia con su prometido.

Pero no se casarian y el no se iría para siempre.






Era el día de viajar. Ambos estaban más que felices o al menos era lo que First pensaba.

Llevaban dos maletas cada quien. Pasaron por todo lo necesario para el vuelo y una vez listo entraron al avión.

Colocaron las maletas en el maletero de arriba y se sentaron.

-Muero de emoción mi amor- dijo un First alegre mientras tomaba el brazo de Kim.

-Yo también- sonrió Kim.

-No puedo esperar para llegar. A nuestro bebé le encantará vivir ahí- Kim solo asintió y muy discretamente quitó la mano de First de su brazo.

Las horas pasaron, ellos durmieron, comieron, hablaron e incluso vieron películas juntos.

Al llegar compraron un departamento muy lujoso con una vista hermosa. Se podían ver los grandes edificios y en la noche era aún mejor.

Kim esperaría nueve meses. Cuando el bebé naciera los dejaría.

Omega destinado no correspondido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora