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Gotas carmesí resbalaron de las heridas abiertas de su cuerpo, manchando el suelo frío de la habitación. Un latigazo impactó en su rostro y le abrió una nueva herida.
⸻¿Duele? ⸻ La voz burlona que estaba harta de oír raspó sus oídos una vez más.
⸻Cállate por una sola vez en tu puta vida, Illumi. ⸻ Replicó, dejando caer su cabeza.
El mayor sonrió, era la primera vez que la oía usar ese vocabulario. El diablo se burló de ella y se frotó las manos. El frío metal que mantenía sus manos y pies inmóviles comenzaba a molestar. Llevaba encerrada alrededor de una tres semanas.
Tres semanas en el infierno.
⸻Mhm... Me parece que he sido extremadamente gentil contigo, pero aún tengo algunas cosas en mente. ⸻ Murmuró, acercando su rostro al de la niña. Sus ojos oscuros destilaban lujuria.
⸻Él va a matarte si llegas a tocarme. ⸻ Aseguró, entrecerrando sus ojos.
⸻Él piensa que estás muerta.
Kamy frunció el ceño, sin entender las palabras de el azabache. ⸻Por favor, no creería algo como eso.
⸻¿Eso crees? Te maté durante la tortura, no pudiste pelear. Un ataúd y algunas caras largas bastaron para convencerlo. ⸻ Illumi deslizó su dedo por la piel blanca contraria. ⸻Gon, Leorio y Kurápika vinieron a "rescatarlos" hace un rato, pero vaya que se llevaron una terrible sorpresa...
⸻¿Entonces me tendrás aquí para siempre? ⸻ Preguntó, mirando a el pelinegro.
Para su mala suerte, algo le indicaba que no mentía, y ese algo nunca se equivocaba. Era así desde niña, era útil en ocasiones, pero a veces prefería no saber la verdad.
