30. ¿Eso y más te dijo la pared, mi amor?

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AldoGeo

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AldoGeo.

La calidez del sol de la mañana acaricio mi piel, en la habitación estaban las ventanas abiertas, Germán estaba recostado a mi lado, sus brazos envolviendo mi cuerpo.

Enterré mi cara en su pecho, olía demasiado bien, eso tenía que aceptarlo. Lo sentí dar un suspiro, poco después sentí su cara enterrarse en mi cabello.

Sonreí sintiendo seguridad, anoche había sido una noche horrenda, no tuvimos la fuerza para bajar a su habitación así que nos quedamos aquí apenas pudimos parar de llorar.

No quería separarme y al sentir como afianzó más su agarre, supe que él tampoco -. Buenos días.

Un escalofrío casi nulo recorrió mi espina dorsal, su voz era tan atractiva en las mañanas que me sentía temblar cada vez que despertaba a su lado.

Me gire un poco quedando sobre él, me sonrió desde abajo -. Buenos días.

Hable tiernamente y él mantenía su sonrisa, acaricio mis muslos mientras me veía. Ahí lo supe, Germán no me veía sexualmente hablando, era casí como si quisiera demostrar cuanto me quería en su mirar y cada acción relacionada que llevara mi nombre, él se encargaba.

Debía admitir que eran detalles que no note antes, le sonreí con cariño. Me acomode sobre su vientre dejando mi cara enterrada en su cuello, cerré los ojos cayendo dormido.

[°°°]

Unicornio.

Suspire son pesadez, había perdido el entrenamiento pero poco me importaba. Aldo entre sueños se había bajado de encima mío y aproveche la situación para salir de la cama yendo al baño.

Al salir él seguía durmiendo, se veía tan lindo en su sueño profundo que no pude evitar esbozar una sonrisa.

Camine a la salida yendo directo a la cocina, la casa parecía estar en soledad así que no tarde tanto en tomar un sarten para cocinar un buen desayuno para ambos.

Serví dos vasos de jugo de naranja, natural, el cual había echo Alana junto a Roberto ayer por la noche. No logré probarlo al ir a buscar a Aldo.

Subí las escaleras para despertar a Aldo, al llegar ahí él ya estaba despierto usando su celular. Me sonrió al mirarme, le sonreí de vuelta dejando un beso en su frente.

-. Ya esta listo el desayuno -. Dije y él negó abrazando mi torso.

-. No quiero levantarme de la cama -. Respondió.

-. Bueno, come el desayuno frío -. Dije separándome, el rodó los ojos.

-. Wao, que romántico -. El sarcasmo en sus palabras me hizo reír.

-.¿Que?¿Querías que te trajera el desayuno a la cama?-. Pregunté con burla.

-. Al menos, es lo que merezco -. Sonrió egocéntrico.

-.¿Eso y más te dijo la pared, mi amor?-. Pregunté burlesco.

-. Cállate -. Golpeo mi hombro levemente, sonreí por eso, se levantó de la cama.

Ambos avanzamos al primer piso, nos sentamos en la isla, una nueva plática instalándose entre nosotros.

Ver a Aldo tan suelto en mi presencia me hizo sentir maripositas, por fin conocería al Aldo de los directos.

Ver a Aldo tan suelto en mi presencia me hizo sentir maripositas, por fin conocería al Aldo de los directos

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N/A: Hasta yo me burlo de mis personajes, son bien tontos.

Olvide el: Hasta pronto, lindos.

501 palabras

En una Velada.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora