🥠 || 11 ||°•.

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Se escucharon unos suaves y sutiles golpes en la puerta de la oficina de Minho mientras este estaba sentado en su escritorio, de mal humor y con el seño fruncido mirando en dirección a la ventana.

Jisung, quien estaba detrás de aquella puerta con su manito aún hecha puño, esperaba pacientemente a qué le fuera permitido pasar, no iba a mentir, estaba nervioso, su lobo feliz haciéndolo estremecer al recordar los sucesos de hace unos minutos, Minho celoso, Minho estaba celoso de Beomgyu. Era la primera vez que lo veía actuar de esa manera con el, en la universidad muchos chicos se acercaban a pretenderlo en frente del Alfa y este ni siquiera mostraba una pizca de molestia por eso, pero ahora era diferente y sonrió al pasar por su mente la actitud de su Jefe en ese estado, era graciosos para el, pues Beomgyu ya tiene Omega y ellos dos eran meramente amigos, solo que Lee estúpido Minho era muy cabeza hueca y se dejaba cegar por otros sentimientos.

—Pase. —Se escuchó al otro lado de la puerta una voz sería y grave que detuvó sus absurdos pensamientos, tomó aire, puso la mejor cara de culo que encontró para enfrentar a el Alfa y con sus puños apretados entró.

Una vez ingresó, pudo divisar al pelinegro sentado en su elegante y cómoda silla mientras lo miraba con cara de pocos amigos. El Omega se acercó encarandolo.

—¿Se le ofrece algo? —Levantó su ceja interrogativamente mirándolo desde su lugar mientras se cruzaba de brazos. —Estaba trabajando Lee, espero no me haya llamado aquí para perder el tiempo. —Minho rió.

—¿Ahora resulta que "trabajar" es coquetear con tus compañeros descaradamente y compartir afecto físico indebido en el área de trabajo? —Inclinó su cuerpo hacia adelante apoyándose en sus propios codos. —Dejame decirte que si es así, tu trabajo es una mierda.

Jisung soltó una estruendosa carcajada, ¿Coquetar? ¿Beomgyu y el? Por favor, ¿Que locura era esa? Si el mismísimo chico estuviera aquí ya se hubiera meado en su cara y en su fea y carísima alfombra al oír algo como eso. Ellos solo eran amigos, aunque...¿Que pasaría si molesta un poco al Alfa? Total, después de todo no sería mala idea sacarlo de sus casillas, se lo merecía por ser tan hijo de puta.

—¿Acaso es de tu incumbencia? —Lo miró con una expresión de interrogación. —Es mi vida y yo coqueteo con quién se me venga en gana, no tienes derecho a reclamarme absolutamente nada cuando es mi puto problema, tu y yo no somos nada.

El lobo de Minho gruñó con posesión al oír las palabras salir de la boca de Jisung, ¿Coquetear con quien quiera? Oh no, por supuesto que no, eso no iba a pasar.

Con el enojo haciéndose presente en el aire a través de sus feromonas y la sangre hirviendo mientras circulaba por su cuerpo, se levantó con ímpetu de su silla saltando por encima del escritorio tirando al suelo algunas cosas, para quedar a solo centímetros del cuerpo del menor.

Jisung no sabía en qué momento llegaron a eso, solo pestañeo y Minho ya estaba en frente suyo pegandose a su cuerpo, poniéndolo completamente nervioso y alterando a su lobo que empezó a pedir más contacto.

—Ningun otro estúpido Alfa va a acercarse a ti. —Rugió con su respiración agitada la cual golpeaba el rostro del castaño cada vez que era expulsada. —Puede que sea tu jodida vida pero me importa un carajo, no estarás al alcance de nadie más. —Relamió sus labios sin apartar la mirada del más bajo.

Jisung estaba por entrar en corto circuito, definitivamente tener a Lee Minho, el hombre que una vez ocupó todo en su vida y a quien le entrego su virginidad así de cerca rozando su cuerpo y diciéndole tales palabras tan posesivas lo hacía tambalear, su lobo aullaba necesitado en busca de más contacto el cual el Omega con demasiado esfuerzo trataba de disipar, no iba a dejar su orgullo de lado asi solo porque en este momento estuviera deseando ser tomado por el Alfa de mil maneras posibles en dicha oficina.

❝ ¿𝖸 𝗉𝖺𝗉𝖺? ❞𓂃𝖬𝗂𝗇𝗌𝗎𝗇𝗀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora