Capítulo 3

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Winry POV

Hacía aproximadamente una hora desde que Hohenheim me había anunciado que era tiempo de irse al aeropuerto, por lo que me dio unas pocas indicaciones adicionales a las que ya me había expresado y sin más, abandonó su hogar acompañado de una maleta grande de viaje y un maletín de mano.

Una vez que el hombre se fue, me tomé un par de minutos para armarme de valor y subir a la habitación de Alphonse, mientras recordaba vagamente que Ed había prácticamente desaparecido del panorama luego de que su padre le pidiera hablar a solas, aunque a juzgar por la notoria tensión que quedó en la cocina, no dudaba que la conversación hubiese sido igual de densa.

Ciertamente no recordaba que Ed se llevará tan mal con su padre, si bien, no es como si hubiese visto muchas veces a Hohenheim cuando ellos vivían en Resembool, las pocas veces que logré toparme con él en persona lucía como un padre totalmente normal y Ed parecía apreciarlo, aunque claro, estábamos hablando de hace más de 10 años atrás.

Sacudí la cabeza disipando ese tipo de pensamientos para poner mi cabeza en lo que realmente debía enfocarme en el momento, y al llegar a la planta alta de la casa, me vi en un pasillo largo, donde divisé aproximadamente 5 puertas, y en ese momento deseé haberle pedido a Hohenheim un tour más detallado de su casa.

Empecé a caminar a lo largo del pasillo, y aunque sabía que no hubiésemos más de tres personas dentro de la casa en ese momento, temía entrar a la habitación incorrecta, sin embargo, para mi suerte me topé con que en una de las puertas se leía claramente "Alphonse" sobre un letrero, aunque he de admitir que era la única puerta que estaba identificada de esta manera.

Di un par de toques a la puerta y aguardé pacientemente hasta que escuché una aguda voz al otro lado que me indicaba que podía entrar.

Tomé un largo respiro y seguido de aquello giré el pomo de la puerta para finalmente entrar al recinto. A primera vista, me pareció un cuarto bastante ordenado, y lo primero que llamó mi atención fue la enorme biblioteca que ocupaba casi la totalidad de una de las cuatro paredes de la habitación. El resto del lugar estaba decorado con cuadros hechos a mano – probablemente por él – y como todo niño, había juguetes por todos lados.

Por su parte, Alphonse se encontraba sentado en su escritorio mientras escribía sobre su cuaderno, por lo que asumí de inmediato que estaba haciendo su tarea.

-Hola – Dije captando su atención – Quería asegurarme de que estabas bien.

El niño pareció estudiarme unos momentos antes de volver su mirada hacía su cuaderno – Lo estoy.

Bien, había logrado sacarle al menos dos palabras así que eso definitivamente tenía que ser un avance que no desperdiciaría – ¿Tienes tareas? ¿Necesitas ayuda?

Entré en un pánico momentáneo y me deslicé dentro de la habitación sin siquiera darle la oportunidad de darme permiso o de al menos negarse. Casi sintiéndome un poco intrusa me acerqué a su escritorio pensando que podría ser de alguna ayuda – ¿De qué tienes tareas?

-Ehm... ya acabé con ella – Dijo él mientras cerraba su cuaderno con rapidez, y en ese momento supe que quizás estaba haciéndolo todo muy rápido.

Decidí poner distancia entre nosotros, sin embargo, ahora que lo había hecho hablar no iba a darme por vencida tan fácilmente – Oh, entiendo... ¿Y qué hay de tu taller de pintura? Tu papá me dijo que a veces te ponen tareas.

El niño se removió incómodo mientras se acercaba con paso resignado hacía su mochila de la escuela y sacaba un libro con una portada colorida. Me sentía temblar un poco, ya que nunca me había visto en una situación así y Alphonse parecía ser un niño de muy pocas palabras, por lo que yo misma debería apañármelas para entenderlo un poco.

Burning Pile (AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora