Ed POV
-Flashback-
El día había sido duro y mi cabeza dolía un poco, por suerte el ensayo que tuve con Ling había salido bien y servido como distracción de aquella discusión con Winry más temprano, aunque no era como si pudiera sacarla de mis pensamientos con tanta facilidad, considerando que Ling y yo estuvimos ensayando Rollercoaster para la boda.
De cualquier manera, había tratado de mantener mi concentración más en la canción que en la persona que la había inspirado. La discusión con Winry había sido totalmente inesperada y seguía dándome vueltas en la cabeza y es que, si no la conociera, casi podría decir que estaba celosa.
Bufé mientras giraba el pomo de la puerta cuidadosamente – Si como no –.
Asomé la cabeza en la habitación de Alphonse como era costumbre y tal y como lo esperaba estaba profundamente dormido, sin embargo, para mi sorpresa me percaté de una figura rubia que se encontraba dormitando desde la silla al lado de la cama, en una posición totalmente incómoda y por la que maldeciría a su espalda al día siguiente.
Me quedé observándola por un momento, definitivamente podía justificar que se haya quedado dormida junto con Alphonse considerando que trabajaba y estudiaba, por lo que no sentía que tuviera el corazón para despertarla y hacerla conducir en ese momento, pero tampoco podía dejarla dormir ahí.
Dejé la puerta entreabierta y caminé hasta la habitación del fondo como no había hecho en casi cinco años, y giré el pomo de esa puerta, aspirando el característico olor de ese cuarto. Al entrar encendí las luces y me di cuenta de que el lugar estaba organizado y limpio, ya que estaba seguro de que quien nos ayudaba con la limpieza se encargaba de asear todas las habitaciones, incluso si no había nadie durmiendo en ellas.
Una vez que me cercioré de que todo estaba en orden, volví al cuarto de Alphonse y dejé la puerta abierta mientras me acercaba a un costado de la cama, y sin siquiera dudármelo tomé a Winry cuidadosamente entre mis brazos – dándome cuenta de que no pesaba tanto como yo esperaba – y tratando de hacer el menor ruido, nos dirigí hacia el otro cuarto.
Por supuesto que la miré de reojo en el corto trayecto y me percaté de que siguiera profundamente dormida y por un momento me pregunté ¿Por qué estaba haciendo esto casi en piloto automático? Y es que verla tan incómoda me hizo querer que eso cambiara, incluso si seguía un poco molesto con ella por la tonta discusión que tuvimos más temprano.
Ya llegados al cuarto, deposité a Winry con cuidado en la pequeña cama que alguna vez me perteneció. Por suerte logré quitarle los zapatos sin que se despertara y finalmente puse una cobija sobre ella, y sonreí involuntariamente al ver como arropó su cuerpo apenas sintió el calor del cobertor y se acomodó tan a gusto como si estuviera en su propia cama.
Volví a la habitación de Alphonse y una vez que me aseguré de que estuviera arropado y profundamente dormido, cerré la puerta detrás de mí, y aunque definitivamente pude haber finalizado mi buena obra ahí y volver al sótano para dormir, me fue imposible no devolverme a la habitación.
Una vez ahí adentro, cerré la puerta detrás de mí y recorrí con mis ojos el lugar, y es que, aunque lo limpiaran cada semana junto con el resto de la casa, todo seguía prácticamente en el mismo lugar que lo había dejado y eso se sintió nostálgico, lo cual me resultaba reconfortante hasta cierto punto ya que por mucho tiempo entrar a esta habitación era sinónimo de angustia y tristeza.
Me acerqué a un costado y con cuidado de no despertar a Winry saqué el box que estaba debajo de la cama y que dentro todavía seguía teniendo un colchón. Recordaba que les había pedido aquella cama a mis padres porque no podía esperar a que Alphonse creciera un poco y que hiciéramos pijamadas en mi habitación, cosa que por supuesto luego de la muerte de mi madre dejamos de hacer con tanta frecuencia.
ESTÁS LEYENDO
Burning Pile (AU)
RomanceUniverso Alternativo. La rutina de Winry daría un giro inesperado cuando lo que parecía ser un diminuto favor de parte de su abuela, se convirtiera en una experiencia que ni en sus sueños más locos podría haber imaginado. Todos los personajes perten...