Burning Pile (AU)

Capítulo 16

Winry POV

La ceremonia había estado preciosa.

Esta era mi primera vez asistiendo a una boda y he de admitir que desde el momento en que la marcha nupcial empezó a sonar y que Riza apareció en el pasillo, todo se sintió mágico. En ese momento mi vista también se centró por un momento en Roy, y aunque yo no los conociera demasiado, pude ver como algo cambió en su mirada al verla entrar en aquel hermoso vestido blanco y cuando finalmente sellaron su unión con un beso.

De seguro la mirada de Roy era la que todas recibíamos en el altar en algún momento y justo ahí sabíamos que habríamos escogido a la persona correcta.

Me consideraba todavía demasiado joven y apenas y había fantaseado con la idea de casarme algún día, sin embargo, no es como si fuese una constante. Por supuesto que muchos pensaron que Jake y yo nos casaríamos en algún punto – especialmente mi abuela y sus padres – considerando la cantidad de tiempo que tuvimos juntos y que con él compartí muchas cosas por primera vez en mi vida, pero ahora que lo pensaba, no creía que eso fuese suficiente razón como para considerar en casarte con alguien.

Me miré al espejo del baño y retoqué mi maquillaje mientras seguía cavilando todas estas cosas.

Y fue inevitable que, junto con la ceremonia, Ed no se colara en mis pensamientos, haciéndome sonrojar totalmente al recordarlo ahí parado junto a Roy en aquel traje que lo hacía ver más guapo de lo que podría haber admitido en voz alta y de vez en cuando girándome para guiñarme el ojo.

Oh dioses, me gustaba tanto.

Desde la noche en que nos besamos en su habitación me había sentido como caminando en las nubes entre el coqueteo descarado, los besos robados de despedida y toda esa tensión que manejábamos y que no hacía más que hacer toda esta dinámica más interesante para ambos. Hace mucho que Jake y yo ya habíamos terminado y desde entonces solo había ido a un par de citas con chicos de la universidad, sin embargo, en ninguna de esas ocasiones había sentido ese constante cosquilleo en el estómago, los sonrojos casi involuntarios y esa necesidad de verlo solo porque no podía esperar a ver cómo nos comportaríamos en la siguiente ocasión.

¿Quién diría que me terminaría gustando ese terco niño con el que alguna vez jugué cuando era pequeña? Supongo que la vida funcionaba en formas misteriosas.

Alguien más salió de uno de los cubículos del baño y se paró a mi lado, sacándome de mis pensamientos, y al reconocerla le sonreí – Hola Lan Fan.

-Hola Winry – Dijo ella mientras lavaba sus manos – No habíamos podido saludarnos apropiadamente, pero es que ni te imaginas lo estresante que es ser dama de honor.

Solté una risa – De cualquier manera, me parece que todas lo hicieron muy bien. Te ves muy bonita con ese vestido.

Ella sonrió tímidamente y me miró – Gracias, pero admito que el tuyo es el más hermoso que he visto, desearía llevar algo así hoy.

-Gracias, aunque te confieso que con el poco tiempo de anticipación con el que Ed me invitó, fue un poco difícil conseguir un vestido perfecto, así que fue prácticamente de mis pocas opciones – Le confesé mientras terminaba por ponerme el labial – Por suerte mi compañera de cuarto me echó una mano para ajustarlo.

-Pues hicieron un trabajo maravilloso, casi parece que hubiese sido hecho a tu medida – Respondió Lan Fan retocando su máscara de pestañas – De cualquier manera, Ed no te ha quitado los ojos de encima.

Ese último comentario fue suficiente para que el sonrojo en mis mejillas opacara el rubor que recién había retocado – ¿Ah sí? Pero se veía bastante concentrado en la boda.