Otra amiga

129 9 2
                                    

Había pasado algunas semana desde que entré a kinder, lo primero era que me había hecho de mi primera amiga llamada osen rosen aunque, se me había conocido dicho nombre, pero lo que importa era que siempre en la hora de clase la pasábamos bien y jugábamos a pesar de tener un cuerpo de niño ella era una niña así que decidí seguí el juego.

También presente a mi madre a osen la cual ella se notaba algo tímida, aparece tenía cierta complicacion en entabla una charla con otra persona. Pero aún así hoy era sábado por lo cual sabía lo que significaba, pero mi madre tenía otro planes.

El sol brillaba en un cielo despejado sobre el parque, iluminando los columpios y resbaladillas que esperaban a ser disfrutados. Katsumi, con su cabello recogido en una coleta y una sonrisa en el rostro, caminaba junto conmigo y Osen.
Tenia aun cuarto años, estaba lleno de energía, mientras que Osen, un poco más joven y algo tímida, caminaba a su lado, observando el entorno con curiosidad.

Yaito: ¡Vamos a jugar a las escondidas!- exclame, corriendo hacia una zona con árboles y arbustos.

Su soy un adulto en el cuerpo de un niño, pero también había momento para disfrutar esto, era algo que esperaba tanto.

Note como mi madre veia a osen aparece en el kinder era otra persona pero en el exterior aun era una niña algo timida.

Katsumi: ¿Te gustaría jugar con nosotros, Osen? Es muy divertido- con un tono alentador, miró a Osen.

Osen: S-si, claro. Me encantaria- aunque algo nerviosa, asintió con una sonrisa tímida.

Nos dirigimos a un rincón del parque, donde Yaito ya había comenzado a contar para el juego. Osen se quedó un poco apartada, mirando a los otros niños jugar con entusiasmo. Katsumi se acercó a ella y se agachó a su nivel.

Katsumi: Si necesitas ayuda o quieres hablar de algo, estoy aquí- dijo con calidez.

Osen a sentir esa calidez de una madre solo sonrió, sintiendo un poco de alivio.

Osen: Gracias, Katsumi. Creo que solo necesito un poco de tiempo para acostumbrarme.

Con el conteo llegando a su fin, Osen decidió acercarse lentamente a un arbusto cercano para esconderse. A pesar de su timidez, se dio cuenta de que, en realidad, disfrutaba del juego. La sensación de esconderse y verme con los demás buscarla le daba un pequeño cosquilleo de emoción.

Cuando finalmente la encontre, ambos comenzaron a reír y Osen se sintió más cómoda. Katsumi se unió a ellos, y pronto la risa y la diversión llenaron el aire. La actitud positiva y soñadora de Osen comenzó a brillar mientras interactuaba con los demás, mostrando su capacidad para disfrutar de los pequeños momentos, a pesar de sus reservas iniciales.

Al final de la tarde, mientras el sol comenzaba a ponerse, Osen y Yaito se sentaron en una banca, compartiendo una merienda. Osen se sintió feliz de haber hecho nuevos amigos y agradecida por la amabilidad de Katsumi, que le había ayudado a superar su timidez.

Katsumi, viendo cómo Osen se abría y se relajaba, sonrió satisfecha.

Katsumi: Me alegra que hayas disfrutado, Osen. Siempre es bueno ver cómo uno se siente más cómodo con el tiempo.

Osen asintió, sintiendo que, aunque el mundo podía ser un lugar grande y a veces intimidante, en este parque, con amigos y diversión, todo parecía un poco más fácil.

Katsumi: Además, debería darle la gracias a mi hijo- diría mirándome- el fue que tuvo esta idea de invitarte.

Cuando mi madre dijo eso, me atragante con la comida para empezar tomar agua cosa que mire a mi madre algo de vergüenza.

La leyenda de un héroe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora