Movie: Two heroes parte 5

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Melissa se sentó frente a la computadora del centro de mando, sus dedos volando sobre el teclado a una velocidad increíble mientras sus ojos estaban completamente enfocados en la pantalla. A su lado, Izuku miraba a David, quien estaba ayudando a Sam con la herida que había recibido momentos antes. La situación era crítica, pero lo que más preocupaba a Izuku en ese momento no era solo lo que estaba pasando en el edificio.

Era Yaito.

El pensamiento de su amigo enfrentándose solo a Wolfram lo mantenía en tensión. Cada vez que intentaba concentrarse en lo que estaba pasando a su alrededor, una parte de su mente volvía a la batalla que Yaito estaba librando. Sabía que su amigo era fuerte, pero Wolfram era un villano temible, y la situación no era la ideal.

Izuku: Melissa… —comenzó a decir, mirando de reojo cómo ella seguía trabajando sin descanso—. ¿Cómo va eso? ¿Ya estás cerca de desactivar el sistema de seguridad?

Melissa no respondió inmediatamente, su mandíbula apretada mientras continuaba tecleando sin cesar. El ambiente estaba cargado, no solo por el peligro inminente, sino por una tensión emocional palpable. Finalmente, sin apartar la vista del monitor, habló con un tono frío.

Melissa: Estoy trabajando en ello, Izuku. No es fácil, Wolfram y sus hombres alteraron varias de las capas de seguridad. Tendré que reiniciar algunos servidores manualmente.

David, al escuchar eso, intentó acercarse más a ella, queriendo ayudar.

David: Melissa, déjame ayudarte, conozco el sistema mejor que nadie. Si hacemos esto juntos, será más rápido…

Pero Melissa no lo miró. Sus dedos continuaron su frenesí sobre el teclado, ignorando por completo a su padre. A pesar de que él había salvado su vida al final, lo que había hecho no podía ser olvidado tan fácilmente. Su padre, el hombre al que siempre había admirado, había cometido un error terrible que casi lo arruina todo. La decepción seguía muy presente, como una herida fresca.

Melissa: No, papá. —Su voz fue dura, cortante, mientras seguía tecleando—. Esto lo haré sola.

David bajó la mirada, consciente del peso de sus acciones, incapaz de decir nada que pudiera enmendar lo que había pasado. Sabía que había fallado a su hija, y aunque estaba allí ahora, en su mente rondaba la duda de si alguna vez podría reparar el daño que había hecho.

Izuku sentía el ambiente tenso, pero no era el momento para resolver ese conflicto personal. Yaito estaba enfrentando un enemigo peligroso, y necesitaban desactivar el sistema cuanto antes. Se acercó un poco más a Melissa, su expresión seria pero comprensiva.

Izuku: Sé que esto es difícil… pero necesitamos que esto funcione. Yaito está allá afuera enfrentando a Wolfram solo. Si podemos desactivar el sistema, le daremos una oportunidad.

Melissa se detuvo por un segundo, su expresión endurecida suavizándose apenas mientras tomaba una respiración profunda. Sabía que Izuku tenía razón, pero el conflicto en su interior seguía ardiendo.

Melissa: Lo sé… —susurró, volviendo a concentrarse en la pantalla—. Lo haré. Solo… necesito un poco más de tiempo.

Izuku asintió, sintiendo el peso de la responsabilidad en cada segundo que pasaba. Afuera, Yaito seguía luchando, y el reloj seguía corriendo.

En el centro de mando, Melissa dejó escapar un suspiro de alivio cuando la pantalla mostró la confirmación de que los sistemas de seguridad de la isla habían sido reiniciados con éxito. Las luces de advertencia que llenaban la sala se apagaron una a una, y todos los robots centinelas que habían estado bajo el control de Wolfram volvieron a su estado normal, neutralizando la amenaza inmediata.

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