Tem 2: De vuelta a las clase

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Pocos días habían pasado desde el incidente en Hosu y la intensa confrontación con el asesino de héroes. Sin embargo, otro suceso menor había ocurrido, apenas mencionado en las noticias, sobre el ataque de dos villanos. Poco se sabía de ello, pero la vida continuaba para los estudiantes de la U.A.

En una mañana tranquila, Yaito caminaba hacia la estación de tren, vistiendo el uniforme de la academia. Miraba el cielo, que se despejaba lentamente mientras las primeras luces del día tocaban el horizonte.

Yaito: Sin duda, otro día más -murmuró para sí mismo.

De repente, escuchó una voz familiar a su derecha.

Osen: Parece que ya está aquí, Yaito-kun.

Yaito giró la cabeza con una leve sonrisa y vio a Osen acercándose con su andar tranquilo. Ella sostenía un libro en la mano que Yaito reconoció de inmediato.

Yaito: Supongo que después de tanto tiempo fuera, se extrañaba las clases -comentó Yaito con una sonrisa genuina.

Osen asintió, su sonrisa reflejando un aire de satisfacción.

Osen: Sí, supongo que tiene razón -respondió, mientras levantaba el libro que Yaito había regalado en su cumpleaños.

Yaito: Un momento, ese libro... -dijo, mirando el libro con curiosidad.

Osen: ¿Lo reconociste? Fue el regalo que me diste en mi cumpleaños -dijo, con una leve sonrisa de gratitud.

Yaito frunció el ceño en una expresión de ligera sorpresa.

Yaito: Si no me equivoco, es la tercera vez que lo lees, ¿no es así?

Osen asintió de nuevo, su mirada llena de cariño hacia el libro.

Osen: Digamos que esta historia es una de mis favoritas -dijo, mientras ambos sonreían y esperaban el tren.

Después de unos minutos, el tren llegó y ambos se subieron. Durante el trayecto, la conversación entre ellos fue ligera y amigable, cubriendo temas comunes y anécdotas sobre la pasantía. Finalmente, llegaron a su parada y continuaron el resto del camino a pie.

Yaito: Vaya, sin duda te la pasaste bien en la pasantía -comentó Yaito, observando a Osen que parecía relajada.

Osen lo miró con una mezcla de admiración y acusación.

Osen: Comparado contigo, es mucho que decir -dijo, refiriéndose a las aventuras de Yaito.

Yaito se encogió de hombros con una sonrisa juguetona.

Yaito: Ok, tuve bastante problema: detuve un tren, me enfrenté al asesino de héroes y peleé contra un villano -enumeró con un tono desafiador.

Osen: Donde claramente saliste más lastimado -dijo con un tono preocupado.

Yaito levantó una mano en señal de comprensión.

Yaito: Entiendo tu punto. Además, ya te conté sobre eso -dijo, señalando que Osen ya estaba al tanto de los detalles.

Osen, con el libro apretado en sus manos, miró hacia el horizonte mientras el sol comenzaba a alzarse más alto. Se volvió hacia Yaito con una pregunta que había estado rondando en su mente.

Osen: ¿Crees que ellos volverán? -preguntó, su preocupación evidente.

Yaito miró el cielo, su expresión reflexiva.

Yaitio: Es lo más probable, no tiene mucho sentido que diga una mentira así que te diré la verdad -dijo-. Donde hay luz, hay oscuridad, y donde hay oscuridad, hay luz. Básicamente, ambas existen para mantenerse.

La leyenda de un héroe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora