La ciudad brillaba bajo el sol de la tarde mientras el sonido del tráfico y las conversaciones llenaban el aire. De repente, el estruendo de un motor a toda velocidad rompió la rutina. Un auto deportivo negro, robado hacía apenas unos minutos, volaba por las calles, zigzagueando entre los vehículos y peatones. Dentro, dos ladrones revisaban rápidamente la valiosa mercancía que acababan de robar.
Ladron: ¡Vamos, más rápido! La policía no tardará en alcanzarnos- gritó uno de ellos desde el asiento del copiloto, su voz temblando de nervios.
Pero lo que no sabían era que alguien más ya los estaba persiguiendo.
En lo alto de los rascacielos, Yaito, había encontrado una forma efectiva de seguirles el rastro. No necesitaba un vehículo. Sus brazos elásticos era lo suficiente como para esta mision colocándose su gogles su rostro, su brazo se extendían con fuerza, agarrándose a los bordes de los edificios mientras se columpiaba en el aire. Con cada impulso, se movía más rápido, desafiando las leyes de la física como si fuera una mezcla entre Spiderman y un acróbata sin miedo al vacío.
Yaito: ¡No se me van a escapar tan fácil!- murmuró con determinación, observando el auto que serpenteaba más abajo entre el tráfico. Extendió su brazo derecho, el cual se estiró y aferró a un poste de luz. En un instante, se impulsó hacia adelante, lanzándose sobre el tráfico, sus pies apenas rozando los techos de los autos.
Los ladrones creían tener el control, pero el retrovisor del auto comenzó a mostrarles algo inesperado. Al principio, parecía una sombra en el cielo. Pero a medida que Yaito se acercaba, vieron con asombro cómo un joven se balanceaba hacia ellos a una velocidad increíble.
Ladron: ¡¿Qué demonios es eso?!- gritó el conductor, sus ojos desorbitados mientras veía a Yaito lanzarse en su dirección, con los brazos estirándose hacia el próximo edificio.
Sin perder tiempo, Yaito estiró ambos brazos, agarrándose a dos farolas al mismo tiempo. Usando el impulso generado, lanzó su cuerpo hacia el auto, cayendo justo en el techo con un aterrizaje que hizo que los ladrones se sacudieran dentro del vehículo.
Yaito: Fin del camino, chicos- dijo con una sonrisa confiada, mientras el techo del auto se abollaba bajo sus pies. Uno de los ladrones intentó sacar una pistola, pero antes de que pudiera reaccionar, Yaito estiró su brazo hacia adelante, desarmándolo al instante.
El conductor, desesperado, giró bruscamente el volante, intentando sacudir a Yaito del techo. Pero el joven héroe simplemente se agarró a los bordes del auto con sus manos elásticas, resistiendo el movimiento. Con un salto ágil, se lanzó al parabrisas delantero, bloqueando la visión del conductor.
Yaito: ¡Ríndanse ya o acabarán peor!- advirtió mientras el auto derrapaba peligrosamente. En un último intento por escapar, el conductor intentó acelerar, pero Yaito, sin perder el control, extendió su brazo hacia una farola cercana, usándola como ancla para frenar el auto en seco.
El vehículo se detuvo con un violento chirrido de neumáticos, y los ladrones quedaron aturdidos por el choque. Yaito, con una sonrisa de satisfacción, se deslizó del parabrisas hacia el suelo mientras la policía llegaba para arrestar a los criminales.
Policia: ¿Todo bien?- le preguntó uno de los oficiales, impresionado por la hazaña.
Yaito: Sí, todo bajo control- respondió quitándose el polvo de los hombros- Solo un día más en la vida de un héroe.
Los ladrones, ya esposados y llevados por los policías, no pudieron evitar mirar atrás, sorprendidos por lo rápido que los había alcanzado. Yaito, mientras tanto, observó el horizonte de la ciudad, listo para su próxima misión, mientras pensaba en cómo su Quirk le permitía ser tan versátil y ágil como su héroe favorito.
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La leyenda de un héroe
AçãoLos accidentes son algo que ocurre muy a menudo en el mundo,pero, nunca imaginé que yo estaría en uno...Y encima en un accidente con el camión-sama . Aclaración Esta será una historia donde este en la clase B Habrá algunos oc que no son mio todo cr...