La leyenda de un héroe

Tem 2: Antes de la pasantia

Los dos días de descanso que la U.A. nos había dado ya habían pasado. Estaba sentado en el tren bala, con los auriculares puestos, mientras la música me ayudaba a evadir un poco mis pensamientos, aunque no del todo. No podía dejar de pensar en lo que sucedió ayer.

"La eliminación de los Quirks."

Aquella frase resonaba en mi cabeza sin cesar. No entendía del todo a qué se refería aquel sujeto con eso. Mientras recordaba cómo hablaba, mencionando que tanto héroes como villanos no tenían valor alguno para él, comencé a cuestionarme si acaso no estaba tan equivocado. No era ni malo ni bueno, simplemente parecía un espectador que no tomaba parte en ninguno de los bandos.

"El legado está en tus manos."

Esa frase, pronunciada en aquel sueño extraño que tuve después de la pelea con Izuku, no dejaba de rondar mi mente. Ese sujeto sabía algo que yo desconocía, algo dentro de mí que ni yo mismo entendía aún.

Mirando levemente mi mano como si fuera la gran cosa en el mundo, recordado esa sensación cuando esa flor fue hacia mi.

Siempre había escuchado que entre más gente salvas, más enemigos tendrás. Y es cierto, siempre habrá alguien más fuerte, más peligroso. Los héroes no siempre podrán lidiar con todos, uno de esos ejemplos era Gigantomachia. Ni siquiera los héroes más poderosos serían capaces de manejar a alguien como él o enfrentarse a una amenaza como M.T., cuyo Quirk la hacía casi invencible.

Sin duda, era una batalla por el bien común, pero ¿qué quería ese sujeto realmente? ¿Por qué tanto odio hacia los Quirks?

Yaito: (Que debo hacer ahora)- pensó mirando a suelo-( no solo me falto con agrega otro personaje si no que también allá otro villano que quiere destrui los quirk)- recordado la batalla que tuvo en la lluvia- ( aun así que busca ese sujeto acaso se refiere a lo que soñé cuando caí inconsciente durante la batalla contra izuku)

Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando varias personas me reconocieron en el tren. Algunos me felicitaron por mi victoria en el Festival Deportivo, mientras que otros me pedían fotos o autógrafos. No pude evitar sentirme nervioso, no estaba acostumbrado a ese tipo de atención, a ser famoso.

El tren finalmente llegó a su destino y bajé, camino a la U.A. El clima era nublado y lluvioso, por suerte había traído un paraguas. Caminé por las calles mojadas durante varios minutos, hasta que escuché una voz conocida detrás de mí. Al voltear, me encontré con Osen-chan, caminando a mi lado bajo su propio paraguas.

Yaito: Quién diría que nos encontraríamos por aquí -dije con una sonrisa mientras ella reía suavemente.

Osen: Sí, el día de hoy es muy agradable -respondió, jugando con algunas gotas de agua que caían del cielo, dándole forma.

Yaito: Admito que es muy tranquilizante -comenté mientras seguíamos caminando juntos-. Me imagino que tú también recibiste algunos comentarios en el camino a la academia.

Osen: Sí, algunas personas me felicitaron por haber llegado lejos en el festival -dijo con una pequeña sonrisa-. Fue muy agradable de escuchar.

Yaito: Tienes razón, es una buena sensación- comente mientras mi vista se enfocaba a frente.

Osen parecía sospecha un poco de cómo actuaba aparece era buena entendiendo la expresión de los demás, pero no dijo nada.

Caminamos juntos en silencio por un rato, disfrutando de la tranquilidad que nos ofrecía el clima lluvioso. A pesar de las preguntas que seguían rondando mi mente, la compañía de Osen-chan me ayudaba a despejarme, al menos por un momento.

Y así seguimos nuestro camino llegando hasta el salón donde estaba algunos hablado acerca de festival

Hasta que entró el Vlad-sensei