Tem 3: Comienza el campamento de verano

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La habitación de Yaito estaba en silencio, salvo por el leve ruido del viento que entraba por la ventana. En el centro de la habitación, una maleta abierta descansaba sobre la cama, y sobre el escritorio se acumulaban algunos objetos personales que Yaito estaba empacando con calma. El campamento de verano de la U.A. comenzaba hoy, y como siempre, Yaito se aseguraba de que todo estuviera en su lugar, perfectamente ordenado.

Revisó una vez más los artículos esenciales: ropa, equipo para entrenamiento y algunas provisiones personales. Tras cerrar la maleta, la mirada de Yaito se detuvo en la espada que invocaba como parte de su Quirk, una representación física de la responsabilidad que llevaba consigo. Respiró hondo, sintiéndose preparado para el desafío que le esperaba, pero no podía ignorar una sensación de anticipación. Este campamento sería una prueba más, otra oportunidad de demostrar de qué estaba hecho.

Yaito (para sí mismo): "Ya está todo listo."

En ese momento, un leve golpe en la puerta lo hizo girarse. Al abrirla, su madre, Katsumi, estaba ahí, mirándolo con una suave sonrisa en los labios. Sus ojos reflejaban un profundo cariño, pero también una leve preocupación, la clase de preocupación que solo una madre puede tener por su hijo.

Katsumi (con una sonrisa cálida): "¿Ya estás listo?"

Yaito la miró por un instante, asintiendo con una leve sonrisa que reflejaba tanto su confianza como su aprecio por ella.

Yaito: Sí, ya lo tengo todo.

Katsumi dio un paso más hacia la habitación, observando la maleta sobre la cama y luego volviendo su mirada hacia su hijo. Aunque sabía que Yaito era fuerte y capaz, como toda madre, había una parte de ella que siempre deseaba poder protegerlo del peligro.

Katsumi: Me alegra saber que estás preparado. El campamento será una buena oportunidad para ti, pero... asegúrate de cuidar de ti mismo.

Yaito, acostumbrado a esas palabras, asintió una vez más, pero esta vez su sonrisa se volvió un poco más cálida. Sabía lo importante que era para ella su bienestar, y aunque no lo dijera en voz alta, esas palabras siempre lograban reconfortarlo.

Yaito: Lo haré. Prometo regresar bien.

Katsumi se acercó un poco más y, sin decir nada, lo abrazó brevemente. Fue un gesto simple, pero lleno de amor. Luego, se apartó suavemente, colocando una mano en su hombro.

Katsumi: Eres un joven increíble, Yaito. Estoy muy orgullosa de ti.

Con esas palabras, dejó que su hijo terminara de prepararse, sabiendo que estaba listo para enfrentarse a lo que el campamento de verano le deparara. Yaito, mientras cerraba su maleta, pensó en las palabras de su madre y en lo que significaban para él. Aunque su vida estuviera llena de desafíos, siempre había un lugar en su corazón para esos momentos de paz que compartía con ella.

Pov yaito

Mientras cerraba la puerta de mi casa, me detuve un instante. El aire fresco de la mañana llenaba el ambiente, y por un momento, me sentí en calma. Antes de salir por completo, volví sobre mis pasos y le di un suave beso de despedida a mi madre, quien me sonrió con esa calidez que siempre me hacía sentir seguro.

Yaito: Nos vemos pronto, mamá.

Ella asintió y me despidió con una leve sonrisa mientras salía de casa, cargando mi maleta. Mientras caminaba hacia la casa de Osen, mi mente divagaba. Nunca pensé que este día llegaría, que tendría a alguien como Osen a mi lado... que la llamaría mi novia. El mero pensamiento hacía que una sonrisa involuntaria apareciera en mi rostro. Había algo en ella, en su forma de ser, que me hacía sentir completo. Aunque siempre había tenido claro mi camino como héroe, tenerla a mi lado era un nuevo tipo de certeza.

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