Te Encontré [+18]

PRÓLOGO

¡Hola! Pido disculpas por las personas que venían directamente a leer la parte publicada en mi cuenta de tiktok, y solo se encontraron la sipnosis. Pero como lo prometido es deuda, acá tienen la parte emocionante de este libro, o una pequeña porción. 

Les pido de favor que comenten, voten o recomiende mi historia. Para así poder publicar más seguido y sentirme motivada a la hora de escribir. Sin más nada que agregar, disfruten. Nos vemos pronto :) 

Me encontraba sola en una de las calles de Bayer, frente a un puesto de comida rápida, con antojos de uno de los famosos Chiquis-Prex. Este bocadillo, que en otras ciudades llamarían simplemente "pan con salchicha", solo se consigue en Clixis. A pesar de mi anhelo por probarlo, no podía ignorar la advertencia de mi amiga Camila: "Este lugar no es seguro de noche".

Bayer es una ciudad equipada con guardias, cámaras de seguridad y todo lo necesario para mantener el orden. Sin embargo, hay zonas donde se debe caminar con precaución, y Clixis es uno de esos lugares. Camila lo describía como un sitio en el que, si te atreves a pisarlo, es probable que no salgas completamente ileso. Aquí habitan quienes parecen haber perdido su rumbo o aquellos atrapados en el vicio, personas que, según ella, no están destinadas a tener un futuro brillante.

Y ahí estaba yo, en ese espacio que tanto me habían advertido, solo por el deseo de un simple antojo.

Si me preguntan cómo terminé aquí, no sabría qué responder. Lo único de lo que soy realmente consciente es que, hace un rato, estaba con Cami, disfrutando de un pequeño respiro, alejadas de todo lo que nos agobia. Nos reíamos, charlábamos y bebíamos nuestras bebidas como si el mundo a nuestro alrededor no pudiera tocarnos. Todo parecía bajo control, hasta que, sin darme cuenta, tenía un pie en Clixis.

La zona estaba completamente oscura, no había luz ni señales de vida. No había un solo ser humano a quien acudir, ni siquiera para pedir ayuda. Todos los que habitan este sector de la ciudad parecían haberse refugiado en sus espacios, invisibles, como si de alguna manera supieran que el peligro rondaba.

En ese momento, me arrepentí profundamente de haber dejado a Cami por un simple antojo. Había oído decir que si te da un antojo durante el embarazo, tienes que cumplirlo, porque de lo contrario, el bebé podría nacer con una marca que lo delatara—. No puedo imaginar a mi hijo con un pan en la frente—. Pensé, tratando de reírme de la idea absurda para aliviar el miedo creciente que se apoderaba de mí.

Mientras me encuentro en medio de la nada, ellos llegan a mi mente. Las personas que me humillaron, me lastimaron físicamente, como psicológicamente. Me repugna pensar que tenía catorce años cuando mi mundo, de color rosa, se convirtió en gris o mejor dicho en negro. Solo por los caprichos de mi madre, la persona que amaba con todo mi corazón fue la misma que hizo mi mundo pedazos.

Mi cuerpo tiembla repentinamente al acordarme de esa noche.

— Debes acostarte con él cariño—. Declara mi madre, con una sonrisa malévola en la cara—. No solo son besos o caricias, también debes entregarle esto—. Baja su mano lentamente a mi vagina, masajeándola en el proceso.