CAPÍTULO 22

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Les había dicho que no publicaría, pero acá ando. 

Las últimas tres semanas habían sido una verdadera montaña rusa. Dominik había sumido la ciudad en un caos absoluto; los ciudadanos se vieron obligados a abandonar sus hogares apresuradamente, buscando refugio y ayuda en ciudades vecinas como Lain. Esta ciudad estaba bajo el control de Michael Could, uno de los mafiosos más respetados y temidos de Ponisvil. Me enteré de su existencia cuando Cam nos mostró las noticias locales en la página web de la ciudad, desde un móvil que el misterioso hombre le había enviado. El móvil era un medio para que Cam pudiera comunicarse con su madre sin que el personal de Dominik pudiera interferir.

—Michael Could es el segundo hombre más temido de este país, Isa —. Me comentó Cam mientras sostenía a Atus, mi pequeña bola de pelaje colorido. Nos sorprendió verlo aceptar el toque de Cam, dado que antes se mostraba reacio a interactuar con alguien que no fuera yo. Había sido prácticamente una obligación para él mantenerse a mi lado, y yo temía que lo hiciera por órdenes de su verdadero amo. Sin embargo, con el tiempo, Atus se fue acostumbrando a los juegos y las caricias de Cam y Ana. Su comportamiento relajado con ellos era algo que nunca había imaginado ver, pero lo acepté con alivio.

Este cambio en Atus, junto con el caos que ha traído Dominik a nuestras vidas, me ha dejado cuestionando cada paso que damos.

—¿Está casado? —Fue lo primero que se me ocurrió preguntar, y lo que provocó que ambas me miraran con una mezcla de picardía e inocencia. No supe por qué lo dije, pero creo que la curiosidad de saber más sobre otro hombre poderoso era tan intrigante que me llevó a hacer preguntas innecesarias. Mi silencio, o tal vez mi mirada, incitó a Cam a continuar hablando, mientras Ana tomaba un libro de época, creo que "Orgullo y prejuicio" de Jane Austen, un clásico.

—Michael no es el tipo de hombre que busca comprometerse. Según se rumorea, tiene una regla: nunca pisar un altar, a menos que sea por una alianza, pero sabemos que eso no pasará —. Dijo Cam con tanta seguridad que le creí sin dudar.

Esa misma noche, mientras Atus intentaba lamerla y ella esquivaba su pequeña cabecita con sutileza, Cam explicó más detalles. Michael tiene controlada la ciudad de Lain de manera absoluta. Las personas que viven allí son aquellas que producen y venden mercancías a precios mucho más elevados que en Forres.

Después de haber indagado un poco más sobre él, Cam volvió a entrar a la página web, pero esta vez su expresión cambió drásticamente. Frunció el ceño de manera preocupada y soltó a Atus con un gesto brusco. Se levantó rápidamente, con las manos temblorosas, y le entregó el móvil a Ana, quien, al verlo, no pudo ocultar el temor que se reflejaba en sus ojos. Ambas, inconscientemente, me miraron y luego dirigieron la vista hacia mi vientre. No tuve oportunidad de preguntarles qué estaba ocurriendo o por qué actuaban de esa manera.

Antes de que pudiera decir algo, alguien tocó la puerta, haciendo que todas nos sobresaltáramos.

—Mensaje para la señorita Isabella Harrington.

Aquella noche, eso fue lo que se escuchó al otro lado de la puerta. Cuando me dispuse a ponerme de pie, Cam levantó la mano, haciendo un gesto para que permaneciera en mi lugar. Ella se ofreció a ir en mi lugar.

—Mamá, debes descansar. Yo iré por tu nota.

En cuestión de segundos, abrió la puerta y la cerró de inmediato, con un movimiento tan rápido como si temiera que alguien intentara tenderme una trampa.

—Es de él.

—¿De quién?

—De tu hombre misterioso, mamá. Al parecer, se ha enterado... —No tenía idea de a qué se refería, así que tomé la nota y la abrí con sumo cuidado.

Te Encontré [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora