Te Encontré [+18]

CAPÍTULO 18

🌟 Gracias a ti por seguir aquí, gracias a aquellos que le han dado una oportunidad a mi historia, o mejor dicho, a la historia de Isabella y Dominik. 💖

🎉 Gracias por las 13 mil vistas. Nunca pensé que llegaría tan lejos este libro. Para algunos será poco, pero para mí es un logro superalto. Mi yo de cuatro años atrás no se lo creería. 🙌

Nos encontrábamos sumergidos en nuestros pensamientos tras lo que acaba de pasar minutos atrás. Todavía no puedo creer que Dominik sea el hombre del que todo Bayer habla, y nunca pude relacionarlo... hasta hoy—.¿Quién más conoce su identidad oculta?

—Isa, ¿en qué piensas? —Pregunta Dominik, sacándome de golpe de mis pensamientos y provocando que me sobresalte.

—¡Joder! Me asustaste —. Le reprocho.

—Perdón —. Dice, esbozando una sonrisa.

—Va.

—¿En qué tanto pensabas? Estás muy callada desde hace media hora.

Qué exagerado es este hombre. Apenas llevamos en silencio unos diez minutos.

—No seas exagerado.

—No lo soy.

—Si usted lo dice.

—¿Ahora me hablas de "usted"?

—Dominik...

—¿Qué? —Pregunta fingiendo inocencia.

—No comiences.

—Solo no me hables de "usted", me haces sentir más viejo de lo que ya soy —. Dice, y espero que esté bromeando.

Lo miro con los ojos entrecerrados, lo que provoca que suelte una carcajada tan fuerte que casi se cae de espaldas.

—Solo falta que el abuelito se rompa una pierna —. Digo en tono burlón. Cuando escucha "abuelito", su sonrisa desaparece al instante—. A esta edad son como rebeldes. Mírate —. Lo señalo—, casi te vas de espaldas solo por reírte.

—Isabella —Me llama con ese tono tan sexy y firme que hace que todo mi sistema se ponga en alerta.

—¿Señor?

Lo observo mientras se pone de pie y comienza a caminar lentamente hacia mí. Sin embargo, mi cuerpo desea hacer lo contrario, e intento ponerme de pie.

—Ni lo pienses.

—Dom—. Lo llamo en susurros.

—Ahora soy, Dom—. Dice con una sonrisa pícara—. Ya no soy el "abuelito" o "el señor".

—Sabes que estaba bromeando, Dominik—. Comienzo hablar rápidamente, por lo nerviosa que estoy—. No te lo tomes tan en serio.

—Muy tarde, jovencita.