En el parque

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La verdad  es que no entiendo por qué Yeni se fue tan disgustada... ¿Qué puede tener de malo este lugar?... Para mí este es un parque oscuro como otro cualquiera... ¿Quién entiende a las mujeres? Yo solo quería darle cariñito y me sale con eso de aquí no chico, ¿tú no sabes lo que pasó en este lugar? Tú no sabes que esto fue un centro de torturas cuando la dictadura?-- dijo el joven tratando de imitar la voz y los gestos de su pareja -- ¡Bah! Mejor desconecto. Mañana la llamo y me arreglo con ella. Ahora voy a coger un diez  en este banquito, porque en la vida real la disco me soltó liquida'o...
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-- ¡Despiértate cabrón!
-- ¿Hum? ¿Qué?...
¿Qué coño es esto? Esa luz de mierda no me deja ver bien. ¿Y este quién es?... ¿un guardia?
-- ¡Habla hijo de puta, habla que te conviene! ¿Dónde están los rebeldes ?
Esto está malo. ¿De qué me está hablando este tipo? ¿Dónde carajo estoy? Este no es el parque... ¡Esto es un calabozo! ¿Y quién es este loco vestido de policía...? ¡¿De cuando la dictadura?!
-- ¿El qué...?
-- Ah, ¿por qué te estás haciendo el bobo? Mira que con la gente del Departamento no se juega, o tengo que pasarte la mano pa´ que aflojes la lengua. ¿Te gusta como huele la carne quemada?
-- Oye, oye ¿Qué tú vas a hacer con ese soplete?! Echa, echa eso pa' lla'... ¡AAhh!
-- ¿Te cagaste, eh? Y  na´má que te lo acerqué,  tú  eres de los que cantan  rápido.
-- Oye, yo no se de que me estás hablando. Te lo juro.
-- ¿A no?  Pues prepárate, porque te voy a freír los cojones.
-­ No, no...! ¡Déjame YAAAA...!
-- Grita, grita mariconcito, grita igual que tu puta.
--¿Yeni?
-- ¿No reconoces sus gritos entre tantos chillidos?
-- ¡Yeni!
-- ¡Estate quieto cabrón! Déjate de ataquitos, que ella está en buenas manos. Ahora mismo le deben estar dando un buen tratamiento.
Lo goza, este singa'o está gozando esto. Y cuando termine nos va a  matar. Les diga lo que les diga nos va a joder. ¿Qué hago? ¿Qué pinga hago para salir de todo esto? ¿Eh? ¿Y eso? Eso suena a... ¡Coño, eso son tiros! Aquí está pasando algo.
-- ¡Nos atacan, capitán!
Mira como  corre el muy maricón. Ojalá lo cojan y le partan el culo.
Esta es la mía, voy echando. Por allá creo que oí los gritos de Yeni... Coño, todos estos calabozos son iguales.
-- ¡Yeni! ¡Yeni!
No responde. Aquí nada  mas que hay celdas llenas de chamacos torturados...
-- ¡Yeniii!
...y si no puede responderme. ¿Estará...? No coño, no. ¿A lo mejor en ese pasillo de ahí.
-- ¡ Yeniiii
-- Ciudadano, ciudadano.
El joven siente que le tocan el hombro y se despierta sobresaltado.
-- ¡Yeniii
-- Quieto,  --dijo el policía mirándolo con extrañeza  quieto. A ver, permítame sus documentos.
Tras unos segundos para espabilarse, el muchacho le entregó el carné al policía que no dejaba de mirarlo como si fuera un bicho raro.  
--  Todo en orden.  dijo el agente tras revisar la identificación - Prosiga y recuerde que el parque no es para dormir.
El joven guardó su cartera y comenzó a alejarse.
Coño, que sueño más raro, que clase de susto he pasado. La verdad que esa jevita me encanta. No puedo negar que estoy muerto con ella. Mañana la busco para arreglar las cosas, porque ahora voy a buscar donde vendan algo de comer, porque estoy roto del hambre.   
A penas dio unos pasos cuando la voz del agente lo paralizó por completo. Aquella voz del torturador que lo había aterrado en su extraño sueño.  
-- Oye mariconcito, la putica de Yeni te manda saludos del más allá  y dice que te está esperando. Así que voy a llevarte con ella.
Y antes de que el muchacho pudiera reaccionar, el policía, con el rostro transformado en una máscara de carne corrompida y una sonrisa demencial, lo esposó y ambos desaparecieron en la oscuridad.  
    Fin



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