Acto I: Eco de los recuerdos

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Nunca imaginé que una pérdida podría ser tan dolorosa. Ese dolor de perder a una persona cercana hace arder mi corazón, y la tristeza sólo me causaba depresión.

Miré a mi alrededor. Estaba recostado en el suelo, rodeado por una pesada oscuridad. Sobre mí, un cielo negro y deprimente se extendía sin estrellas.

El recuerdo de su voz, su presencia, su... Aroma, todo eso me golpeaba con fuerza. Apreté los dientes, sintiendo una impotencia.

Era él. Laurent. Su nombre se repetía en mi mente, llenándome de tristeza.

Laurent...

Laurent...

LAURENT...

Una imagen mental de Laurent apareció en mi mente. Lo veía tal como solía estar, un gran lobo blanco con pelaje suave y brillante. Era alto, majestuoso, con ojos ámbar que siempre transmitían calma. Su sonrisa tranquila me hacía sentir en paz.

La visión de su rostro, tan presente y tan distante al mismo tiempo, me hizo sentir el dolor aún mas fuerte. Las lágrimas comenzaron a brotar nuevamente, sin poder detenerse. Cada recuerdo y detalle de su imagen me hacía llorar con más fuerza, sumido en una tristeza profunda.

Mientras seguía recostado en el suelo, cerré los ojos por un momento, buscando escapar del dolor. De repente, sentí una mano suave posarse sobre mi cabeza. La sensación me hizo abrir los ojos, esperando ver algo en medio de la oscuridad que me rodeaba.

Mis ojos se abrieron de golpe al ver a Laurent allí, justo frente a mí. Su figura, clara y brillante en medio de la oscuridad, parecía tan real. Él me miraba con su habitual sonrisa tranquila.

No pude contener las lágrimas. Empecé a llorar, mientras él simplemente me sonreía, su presencia brindándome un consuelo que no podía entender.

- ¿Por qué estás llorando? - me preguntó con voz suave.

Entre lágrimas, respondí.

- Te extraño. Te extraño tanto que me es imposible seguir viviendo como si nada hubiera pasado.

Laurent sonrió un poco más y dijo.

- Siempre estaré para ti en tu corazón.

Su voz me producía paz, pero su presencia comenzó a desvanecerse lentamente.

Me aferré a él, desesperado.

- No me dejes solo. Por favor, no te vayas.

Laurent solo me sonrió mientras su figura empezaba a desvanecerse. Antes de desaparecer por completo, alcancé a escuchar sus últimas palabras.

- Vive y sé feliz.

De repente, desperté, abriendo los ojos de golpe mientras respiraba rápidamente. Miré a mi alrededor, y me di cuenta de que estaba en mi habitación, rodeado por la familiaridad de mi entorno. La oscuridad del sueño se desvaneció, reemplazada por la luz de la cálida mañana.

Me levanté lentamente de la cama, recordando esas últimas palabras que dijo Laurent las cuales empezaron a reproducirse en mi cabeza. "Vive y sé feliz." Esas palabras me daban vueltas mientras me quitaba la sábana de encima.

Chance of routine (Furry/Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora