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São Pablo, Brasil 30 de julio del 2024 8:40 pm

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São Pablo, Brasil
30 de julio del 2024
8:40 pm

Estaba agotada, el avión recién había aterrizado y mi prima, la cual estuvo muy efusiva durante el vuelo, no para de hablar sobre lo que debemos hacer ahora que estamos en Brasil.

—Debemos ir a Sephora, ¿No te parece?— sacudió mi brazo constantemente mientras yo miraba a mi alrededor, buscando un taxi.

—¡Taxi!—el conductor bajó del auto, ayudándome a subir las maletas.— Para o Hilton Hotel, por favor— le dije con el mejor portugués que pude.

—Gabriela, que amargura la tuya, has estado así todo el vuelo— Luisa, mi prima, bufó, tomando su celular y revisando Instagram.

—No es amargura, es que tú no te callas— le respondí, mirando por la ventana.

Ella me ignoró, lo cual es extraño, pero lo dejé así ya que por fin tenía un poco de silencio.

La paz me duró muy poco, ya que había mucho tráfico, y mucha gente vestida con camisas verdes, y banderas del mismo color.

—O que está acontecendo?— le pregunté al taxista.

—Hoje um time de futebol estava jogando, acho que se chama Palmeiras.— me respondió. Genial, odiaba el fútbol, y ahora más, ya que me estaba impidiendo llegar a mi hotel y darme una ducha.

—Tus malas energías están haciendo que no lleguemos al hotel, viste— Luisa me regañó, enojada, así que ahora ella era la estresada.

—Que energías ni que ocho cuartos Luisa, esto son cosas que pueden pasar.

—Ay ajá. ¿El taxista dijo que hoy juega Palmeiras?

Yo asentí con mi cabeza.

—¿Y ese no es el equipo donde juega su querido amigo?— me miró, sonriente.

—¿Cuál querido amigo? Usted sabe que yo no veo fútbol, no tengo idea de que me habla.

—Pues de Richard, boba, y no se haga la loca que usted sabe que él juega ahí.

—Pues no, no sabía, y además, no es mi amigo, y mucho menos es querido— ella iba a decir algo más pero la corté— y no pienso hablar más del tema, Luisa— ella bufó, sonriendo aún, y escuché que murmuró algo, pero no le entendí qué.

Llegamos al hotel después de UNA HORA, por culpa de ese pirobo trancón que había, cuando entramos a la habitación, la cual era tipo suite, mi prima se abalanzó sobre un sofá de la sala.

ODIOSA ATRACCIÓN - RICHARD RÍOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora