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—Papá—dije con la voz más firme que pude, por más que sentía que me iba a desmoronar en cualquier momento.
—¡Hasta que te dignas en llamarme! Y supongo que es para que te saque del embrollo en el que te metiste—su tono, a pesar de ser frío, nunca fallaba en hacerme sentir pequeñita, e intimidada.
—Estoy muy bien papi, gracias por preguntar—respondí, sarcásticamente. Intentando respirar profundamente para calmarme un poco.
—Nada de papi, señorita. ¿Quieres que te felicite o que? ¡Ya vi todo! ¡Todas las noticias con ese futbolista y el piloto! ¿Eso te parece decente? ¡No fue lo que yo te enseñé!—Suspiré, sabía que me iba a echar la cantaleta, y lo iba a dejar, si me atrevía a interrumpirlo jamás íbamos a terminar la llamada.
》—¡Y lo peor es que ya sabía que iba a pasar, y te lo dije! Mil veces te lo advertí, ¡Pero no! La señorita siempre insistió en estar cerca del muchacho que no la iba a llevar a ningún lado.
—¡Papá!
—¡Papá nada! ¿A donde crees que vas a llegar con él? Lo máximo que puede darte es un helado, no, mi hija merece más que eso y…
—¡PAPÁ YA!—exploté—. ¡Que tú seas ignorante en el tema no implica que hables por hablar! ¡Él no es un fracasado como tú piensas, le ha ido muy bien! ¡Y no voy a permitir que hables de él de esa manera! ¿Me oíste? No te llamé para que me estés criticando todo, y mucho menos a él.
Mi padre se quedó callado, seguramente estaba atónito, jamás me había revelado de esa forma.
—Y tras de eso tienes el descaro de gritarme…
—¿Y cómo piensas que lleguemos a un acuerdo si solo hablas tú? Y tras de eso hablas mentiras—lo interrumpí.—. Papá, voy a ir al grano, ese malparido…
—¿Esas palabras que, Gabriela? ¿A quien se las aprendió?—sabía que estaba insinuando qué era Richard. Para mi padre, él era un ñero sin futuro. Y sí era un poco nea, pero de que tiene futuro como futbolista lo tiene. Yo confío en él y en su talento, siempre lo hice.
—Después de que te diga qué me hizo, eso es lo más leve que querrás decirle, papá.
Él se quedó en silencio, indicándome con él, que continuara.
—Papá, fui víctima de violencia física y verbal. Él me golpeó anoche, me trató horrible por un malentendido…
—¡¿ESE MALPARIDO HIJUEPUTA TE HIZO QUE?!—me interrumpió, tuve que alejar mi celular de la oreja ya que él grito qué pegó pudo dañarme el tímpano.
—Papá, ¡Yo no le puse el cacho como los medios dicen! ¡Él me difamó a mi y a Richard! Ya que él me defendió anoche. Si no fuera por Richi estaría en el hospital, así que te aconsejo que seas más respetuoso con el hombre que salvó a tu hija.
