𝐂𝐀𝐏⁸ ━━━ Sonrisas compartidas

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CAPÍTULO OCHO
(SONRISAS COMPARTIDAS)

Horas después del altercado en el hospital, Lanier y Belle se encontraban en la casa de ella, la tensión aún rondando entre ellos como un eco distante

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Horas después del altercado en el hospital, Lanier y Belle se encontraban en la casa de ella, la tensión aún rondando entre ellos como un eco distante. La luz del día entraba suavemente por las ventanas, iluminando la sala donde estaban trabajando. Lanier, con las manos manchadas de sangre, sostenía un trozo de carne en sus manos mientras Belle observaba con concentración.

──¿Necesitas más carne? ──preguntó Lanier, su voz un tanto ausente mientras trataba de mantenerse enfocado en el experimento. Apenas había notado la presencia de Fanny, la hermana de Belle, quien acababa de entrar a la sala acompañada de algunos amigos.

Belle, distraída por la llegada de su hermana, giró la cabeza para mirarla.

──¿Puedes prestarme uno de tus brazos? ──preguntó a Fanny con una sonrisa ligera, sus palabras tenían un tono bromista. ──No puedo permitir que mi asistente pierda uno.

Lanier levantó una ceja, algo sorprendido.

──¿Desde cuándo soy el asistente? ──dijo con una mezcla de incredulidad y resignación. Había una pizca de cansancio en su voz, una fatiga que no provenía solo del trabajo físico.

Belle le devolvió la mirada, su sonrisa se desvaneció lentamente mientras volvía a concentrarse en lo que estaba haciendo.

──¿Me prestarás uno de tus brazos? ──repitió, esta vez dirigiéndose a Lanier con una expresión seria.

──Ni loco ──respondió Lanier, negando con la cabeza. Dejó la carne con un pequeño golpe en el plato, un gesto que llevaba más peso del que él mismo se daba cuenta. Belle le sonrió nuevamente, pero esta vez la sonrisa duró solo un instante antes de que ambos volvieran a la tarea que tenían entre manos.

Ambos siguieron experimentando en la cocina durante un buen rato, sus mentes absortas en el trabajo. La atmósfera, cargada de concentración y frustración acumulada, se mantuvo en silencio hasta que Belle sugirió que continuaran en su habitación. Lanier, siempre dispuesto a ayudarla, la siguió, colaborando en todo lo que podía.

Ya en la habitación, Lanier observó con atención mientras Belle revolvía una mezcla en un vaso. Su mirada se volvió confusa cuando vio que ella colocaba una pierna en la silla, un gesto que no comprendía del todo. Belle, decidida y sin titubear, tomó el vaso. Antes de que Lanier pudiera reaccionar completamente, ella comenzó a verter el contenido sobre su pierna.

──¡Belle, espera! ──Lanier intentó detenerla, pero ya era demasiado tarde.

El ácido carbólico, traicionero en su velocidad, ya estaba en la pierna de Belle. Lanier, en su prisa por ayudar, colocó su mano sobre la pierna de ella, tratando de frenar el daño, pero el líquido corrosivo se escurrió también sobre su mano, quemándolo en el proceso.

𝐓𝐎𝐎 𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 ; 𝐉𝐀𝐂𝐊 𝐃𝐀𝐖𝐊𝐈𝐍𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora