━━━𝗟𝗮𝗻𝗶𝗲𝗿 era un joven mitad británico mitad francés, británico por parte de su padre y francés por parte de su madre. El chico era bastante listo, por lo que había decidido seguir aquello que su padre tanto quería que fuera: ser cirujano. El...
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Jack, Lanier y Fagin corrían hacia la casa de Belle con una prisa palpable.
──¡Apúrate, saco de huesos!──le gritó Jack a Fagin, quien parecía tener dificultades para seguir el ritmo de ambos jóvenes.
──¿No pueden ser más lentos?──se burló Lanier mientras adelantaba a Jack, disfrutando de la tensión en el aire.
──Oh, cállate, niño bonito──respondió Jack, sin dejar de moverse con determinación.
──Cállame──replicó Lanier con una sonrisa juguetona, sin detenerse en su carrera hacia la casa del gobernador.
Cuando llegaron a la habitación de Belle, el grupo se apresuró a entrar por la ventana, encontrándose con una escena inesperada.
──Hola...──dijo Fanny, rompiendo el silencio con cordialidad.
Lanier observó a las tres hermanas en la habitación y, por un instante, pensó en irse. Sin embargo, Jack lo detuvo con un gesto firme.
──Señor Lanier──dijo Olimpia con una sonrisa que irradiaba amabilidad, aunque Lanier no estaba del todo convencido.
──Señoritas──respondió Lanier con una sonrisa educada, a pesar de su evidente incomodidad. No quería ser grosero, pero prefería evitar la conversación si era posible.
──No se preocupen, solo estoy aquí para impedir que estos niños hagan el ridículo──dijo Fagin, recibiendo una mirada de sorpresa por parte de Lanier.
──Demasiado tarde──replicó Belle, cerrando su libro con un golpe firme.
Olimpia se acercó a Lanier y tomó sus manos con una suavidad que contrastaba con el tono tenso en la habitación.
──Supongo que vino a verme──dijo Olimpia con una sonrisa encantadora, acercándose aún más a él.
Jack observaba la escena con una expresión seria, pero Belle rápidamente le desvió la atención al dejar caer su libro sobre la mesa con un estrépito.
──Tuve tiempo para pensar. ¿Sabes cuál es tu verdadero problema?──le dijo Belle a Jack, su voz cargada de frustración.
Lanier, extrañado por el enojo de Belle, observó la escena con creciente curiosidad.
──No vine aquí para hablar de mis problemas──contestó Jack, cruzándose de brazos con una actitud defensiva.
──Veo que se están entendiendo, así que me iré──anunció Fagin, preparándose para salir.
Olimpia miró a Lanier con una expresión anhelante y le dijo:
──Lo he extrañado bastante, me gustaría tener un paseo con usted como el otro día, si a usted le parece.
