━━━𝗟𝗮𝗻𝗶𝗲𝗿 era un joven mitad británico mitad francés, británico por parte de su padre y francés por parte de su madre. El chico era bastante listo, por lo que había decidido seguir aquello que su padre tanto quería que fuera: ser cirujano. El...
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En el bar, el ambiente estaba cargado de risas y charlas animadas. Lanier, sentado alrededor de una mesa de cartas, jugaba con un grupo de hombres mientras su mirada se deslizaba ocasionalmente hacia Jack. La noche se había llenado de una vibrante energía desde que habían compartido ese beso tan profundo. Lanier sentía una alegría ligera en su pecho, un brillo especial en su sonrisa que solo Jack parecía entender.
──¡Gané, par de idiotas! ──exclamó Lanier con una risa triunfante, deslizando las cartas sobre la mesa con una mezcla de orgullo y diversión. Sus compañeros de juego lo miraron con admiración y un poco de frustración, mientras él se recostaba hacia atrás con una actitud despreocupada y satisfecha.
La gente en el bar estaba de buen humor, disfrutando del calor y la camaradería que se respiraba en el aire. Las conversaciones se entremezclaban con la música alegre y el tintineo de los vasos. Lanier se sentía como en casa, rodeado por la calidez de los amigos y la compañía que compartía esa noche.
En medio de todo el bullicio, Lanier volvió a mirar a Jack, buscando esa conexión especial que habían compartido recientemente. Sin embargo, justo en ese instante, una mujer se acercó con audacia y se sentó en el regazo de Jack, interrumpiendo el momento que había estado esperando.
Jack, siempre amable y respetuoso, hizo un gesto educado para indicar que no estaba interesado en la compañía no deseada. Con suavidad, pero con determinación, la levantó de su regazo y la condujo de vuelta a su lugar. La mujer, al ver la firmeza en su actitud, se retiró con una mezcla de sorpresa y desdén, dejando a Jack libre para regresar a su asiento.
Lanier observó la escena, sintiendo una mezcla de alivio y celos. A pesar de la naturalidad con la que Jack manejó la situación, Lanier no pudo evitar sentir una punzada de inseguridad. Sin embargo, al ver la sonrisa cálida que Jack le ofreció al volver a su lado, esos sentimientos comenzaron a desvanecerse. La sonrisa de Jack era una promesa silenciosa de que su conexión seguía siendo fuerte, a pesar de las distracciones y las interrupciones.
Lanier, sintiendo una renovada oleada de confianza, se inclinó hacia Jack y le susurró al oído, su tono cargado de cariño.
──Parece que le gustas a muchas por aquí──dijo, con una sonrisa juguetona.
Jack giró la cabeza para mirarlo, su sonrisa se amplió mientras sus ojos brillaban con afecto.
──Eso es obvio, pero no podría desear nada más que pasar la noche contigo──respondió Jack, su voz suave y sincera.
Lanier sintió que su corazón se aceleraba al escuchar esas palabras. Jack estaba rodeado de admiradores, pero su mirada y sus palabras dejaban claro que su verdadero interés estaba en él. En medio del bullicio y la risa del bar, el espacio entre ellos parecía desvanecerse, dejando solo una conexión profunda y palpable.
