CAP¹⁹ ━━━ No te amo, jamás lo hice

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CAPÍTULO DIECINUEVE
( NO TE AMO, JAMÁS LO HICE )

CAPÍTULO DIECINUEVE( NO TE AMO, JAMÁS LO HICE )

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(Jack's pov)


──El señor O'Grady tiene una lombriz que se alimenta de todo lo que come──dije mientras terminaba de revisar al paciente. La situación era grotesca, pero típica para alguien en mi línea de trabajo.

──¿Y qué vas a hacer?──preguntó Hetty con curiosidad, como siempre interesada en los casos más extraños.

──Nada──respondí, colocando las manos en mi cintura──. No le des de comer dos días, luego bájale los pantalones, acerca un trozo de carne podrida al trasero y apunta su agujero hacia eso. La lombriz sabrá hacia dónde ir.

Mientras hablaba, sentí dos presencias detrás de mí. No era cualquier sensación; el aire a mi alrededor se tensó. Giré mi cabeza lentamente y ahí estaban, las dos personas que menos esperaba encontrar juntas: el padre de Lanier y la madre de Belle.

──Milady. Señor──saludé con una sonrisa forzada, sintiendo un escalofrío recorrer mi espalda. Ya sabía lo que vendría, y no me gustaba en lo absoluto.

──Queríamos hablar con usted. Iré yo primero, será algo rápido──dijo el padre de Lanier, sin perder el tiempo en formalidades. Su rostro serio me puso alerta.

──Bien, esperaré afuera──contestó la mujer dirigiéndose hacia la sala del hospital.

El padre de Lanier me guió hasta la oficina, donde traté de mantener mi compostura mientras mis pensamientos corrían a toda velocidad. Intenté no parecer atemorizado, pero la verdad es que nunca había estado tan nervioso en mi vida. Sabía que esta conversación marcaría un antes y un después.

Al entrar, él cerró la puerta con cuidado, haciendo que el silencio en la habitación se sintiera aún más pesado. Me señaló una silla, y obedecí, aunque la tensión en mis músculos me decía que prefería estar en cualquier otro lugar.

──Mi hijo, Lanier, está encantado con todo lo que le ha enseñado──comenzó, caminando lentamente por la oficina como un depredador estudiando a su presa.

Mis nervios se intensificaron, pero intenté disimular.

──Bueno, no le he enseñado mucho...──dije, forzando una sonrisa──Él es demasiado brillante, apenas necesita guía.

──Sí, mi hijo es brillante──asintió el hombre, pero su tono hizo que mi estómago se revolviera. Algo en su voz me decía que sus palabras no eran un elogio, sino una advertencia.

𝐓𝐎𝐎 𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 ; 𝐉𝐀𝐂𝐊 𝐃𝐀𝐖𝐊𝐈𝐍𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora