Capítulo 23.

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RECORDATORIO:

Sucedió en un instante. Su mirada se clavó en mí, me atravesaba, se retorció hacia adelante, me asusté y en un instante ya no estaba. Mi respiración se aceleró al verla tendida en el suelo de la terraza de abajo.

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[Narra:Dani]

Mi corazón se aceleraba cada vez más al ver que no se movía. Bajé por las escaleras rápidamente hasta llegar al salón, dónde mis padres seguían discutiendo. Me vieron con cara de pánico y pálido. Salí corriendo por la puerta de la terraza y vi a Jesús y a Jessica alrededor de ______. Jessica gritaba su nombre y la sacudía para que despertara, y Jesús tenía el móvil en la oreja a punto para llamar a urgencias. Mis padres salieron al instante de la casa. Palidecieron, y seguidamente corrieron hasta el cuerpo de _____.

Me quedé parado unos metros detrás de ellos, pálido, impotente, con la mirada clavada en _____. Estaba en el suelo, inconsciente, no respiraba y no encontraban pulso. Había un charco de sangre en el suelo. Mis piernas se debilitaron y sin poder repararlo caí al suelo de rodillas, lleno de dolor. Rompí a llorar. No podía evitarlo. Empezaron a sonar sirenas por los alrededores del barrio. Los vecinos miraban por sus ventanas. Y yo, yo estaba en el suelo, mutilado, como si me acabaran de dar una paliza. Se abrió la puerta y aparecieron 4 hombres fuertes, vestidos de fluorescente con una camilla. Antes de que se aproximaran a ______, me levanté y me cogí a ella.

-Muchacho, suéltate por favor, nos la tenemos que llevar urgentemente.

-¿Estará bien, señor?-Pregunté con lágrimas en los ojos.

-Si no la sueltas, seguro que no.

Asentí con la cabeza, la solté y miré su blanca y suave cara, rocé su mano por última vez y susurré: -Te quiero.

[Narra: Jesús]

Después de que se marchara ____ en la ambulancia con mamá, nos quedamos todos destrozados. De repente se acercó un agente de policía, pero iba de traje, no con el uniforme.

-Buenas noches, soy el agente Eduardo Leal del departamento de criminología.

-Aquí no ha sucedido ningún crimen agente.-Murmuró Juan Carlos.

-Eso es lo que vengo a investigar.-Dijo arqueando una ceja.-Necesitaré un testigo.

-Yo... Ehem, Jessica y yo vimos como caía, señor.-Balbucí.

-Bien, sígueme muchacho.

Entramos en casa y me pidió una habitación dónde se pudiera hablar tranquilamente. Le indiqué el camino hasta la sala de estar del piso de arriba. Entramos, y nos sentamos en los sillones que había, uno delante del otro.

-Bien, ¿Cómo te llamas, muchacho?-Preguntó.

-Jesús, Jesús Oviedo.

-De acuerdo, ahora me vas a contar todo lo que has visto, ¿de acuerdo?-Dijo mientras se sacaba una libreta pequeña y un bolígrafo de la americana.

-Jessica, la chica morena que ha visto antes, y yo estábamos en la piscina, bañándonos y de repente vimos como si algo cayera del cielo, miramos y era _____. Estaba tendida en el suelo, y había un charco se sangre bajo su cabeza. Nos asustamos mucho. No podíamos reaccionar. No sabíamos de dónde había caído. Miré hacia arriba y vi a Dani paralizado, seguidamente desapareció. Todo era muy extraño. No tardé ni 5 segundos en llamar a emergencias. Jessica gritaba su nombre y la sacudía intentando que volviera en sí. Mi madre, que se ha ido con ____ en la ambulancia, cuando llegó, miro su respiración y pulso, no tenía, y si tenía, lo tenía muy bajo.

-Se refiere que su madre no estaba cuando _____ cayó al suelo, ¿acierto?.

-Sí. Mis padres estaban en el salón. Discutían... Sobre el colegio.

-Bien, y... ¿Dani? ¿Quién es Dani?- Preguntó inclinando débilmente la cabeza hacia la derecha.

-Es mi hermano gemelo. Él estaba en el tejado... Con _____...

El señor Eduardo abrió los ojos como dos naranjas.

-No piense usted de que Dani... No, el nunca haría eso.

-Eso no lo sabemos. Por eso vengo a investigar.

-¿Y si se tiró ella?-Dije asustado.

-¿Tenía problemas psicológicos?-Preguntó mientras apuntaba en su pequeña libreta.

-No, que yo sepa no. Pero hoy estaba muy triste, acababa de discutir con alguien por teléfono.

-"Mhmm" Bien, ya he terminado contigo Jesús, gracias.-Dijo levantándose del sillón.

-Buscaré a Dani, él a lo mejor puede contarle algo más.

-Estaba pensando en eso mismo. Gracias por tu ayuda, Jesús.

Salí de la habitación, aún me temblaban las piernas. Vi pasar a dos hombres y a una mujer en traje también, con maletines por el pasillo mientras se dirigían a las escaleras del tejado. Subieron y les seguí.

-Muchacho, no puedes estar aquí, esto es un estudio criminal.

-¡Aquí no ha habido ningún crimen! ¡Esto es absurdo! Dejen de buscar cosas aquí porqué no van a encontrar nada!

-Llevároslo de aquí, entorpece el trabajo-Dijo la mujer.

Uno de los hombres me cogió por el brazo.

-¡Suélteme! Es mi casa.-Grité.

-¿Te vas a calmar?-Apretó aún más fuerte.-Vamos.

El hombre me hizo bajar por las escaleras y me dijo que no subiera más. Indignado, bajé hasta el salón. Jessica estaba sentada con mi padre, en silencio, mirando a la nada. Me senté a su lado.

-¿Cómo ha podido pasar esto, Jesús? ¿Por qué a ella?-Apretó sus labios para contener las lágrimas, pero no pudo.

La abracé. Mi padre puso su mano en la espalda de Jessica para calmarla también.

De pronto apareció el agente Eduardo.

-Jesús, ¿has podido encontrar a tu hermano?

-No, creía que estaría en el tejado, suele ir ahí cuando está triste, pero no estaba, solo hay criminologos.

-No hace falta que busquéis más.-Se oyó desde el pasillo.

Apareció Dani.

-Ha sido mi culpa.

Begin Again. [Gemelos Oviedo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora