Capítulo 17.

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RECORDATORIO:

Me acerqué ya que estaba a un metro mas o menos de Dani, él seguía mirándome a los ojos, le miré cuando estaba muy cerca y me mordí el labio. Iba a besarle, algo tierno, pero de repente susurró:

-¿Y Iván?

Cerré los ojos y suspiré. Acto seguido susurré: "A la m*erda Iván" y salté encima de Dani de manera que enrosqué mis piernas en su cintura y nos hundimos en un beso profundo y apasionado. No sé como pero acabamos en la arena, parece que habíamos caído y tocando nuestras narices empezamos a reír, de la nada. Le abracé con fuerza, le amaba, y el me amaba a mi, tantos meses, tanta distancia había hecho que el afecto se apagara, pero en ese instante ardió en llamas.

-Lo siento, por todo.-Dijo el acariciándome la mejilla.

-Te quiero.-Respondí besándole otra vez.

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[Narra:______]


Después de dejar a Iván en Palomares, llegamos a casa después del largo día y del largo viaje. Dani y yo no decíamos nada, solo nos mirábamos como solíamos hacerlo, no necesitábamos palabras para expresar la felicidad que sentíamos en ese momento. Todo había salido bien, más que bien, genial.

No tardamos mucho en subir a las habitaciones. Yo fui la ultima en ducharme y lavarme los dientes. No había nadie en el pasillo y estaba todo en silencio cuando salí del baño. Fui de puntillas hasta la puerta de mi habitación y cuando toque el pomo una mano me agarró. Dani, ¿cómo no?.

-¡Que susto!-Susurré-Siempre me pillas cuando abro puertas.

-Perdona.-Sonrió.-Solo quería decirte que buenas noches.

-Buenas noches.-Sonreí.

La situación estaba un poco tensa porqué no sabíamos como actuar. Si besarnos o mantenernos al margen. Ninguno de los dos sabía que iba a ser de lo nuestro, de nuestra situación, Iván por medio, pero también estaban por medio los sentimientos entre los dos.

-Buenas noches.-Repitió, y finalmente se aceró a mi cuello rozándolo muy suavemente con sus labios pero se separó y bajó la mirada.-Buenas noches.-Volvió a decir por tercera vez.

-Buenas noches.-Dije mientras me mordía el labio.

Entré en la habitación, me estiré en la cama y suspiré profundamente. ¿Como me volvía tan loca?

Me acurruqué dentro de la sábana, pero antes de que se me olvidara cogí el móvil para ponerme la alarma, como siempre, y entonces fue cuando vi un mensaje de Dani.


-Dicen que tardamos 7 minutos en dormirnos y que los primeros 6 minutos y 59 segundos, nuestra cabeza automáticamente reproduce todos y cada uno de los momentos vividos a lo largo de ese día; y que en el último segundo aparece la persona que he ha hecho feliz hoy. Finalmente el cerebro se queda con lo más importante, con lo que más le ha gustado y lo transmite en forma de película llamada "Sueño".


-¿Interesante no? Lo hablamos mañana.


-Buenas noches por quinta vez. ;*


+Buenas noches, Dani.


Le sonreí a la pantalla, sentí un dolor en el pecho, pero a la vez era agradable y finalmente cerré los ojos, me costó mucho dormirme ya que no podía de parar de pensar en todo lo que había pasado. Hacía tanto que no sentía algo así... Mis sentimientos se habían apagado desde el verano pasado, pero hoy habían vuelto a arder en llamas. Finalmente, después de esos 7 minutos en los que recordé todo lo del día de hoy, y en el último segundo a Dani, me dormí.


(...)


Cuando abrí los ojos al despertarme gracias a la alarma, pegué un salto en la cama. Dani estaba sentado ahí mirándome.

-¡¿Pero qué?!-Dije riendo e incorporándome en la cama.

-¡Buenos días!-Dijo sonriente.

-¿Que haces aquí?-Dije tapándome un poco con la sábana.

-Mirarte mientras duermes.

-Daniel, me asustas.

-¿Desde cuando me llamas Daniel? Casi nunca me has llamado así.-Dijo el arqueando una ceja.

-¿No te llamas Daniel?-Dije saliendo de la cama.

-Si pero...-Me miró de arriba a bajo.

-¿Pero qué?-Sonreí.

-Hacía mucho que no te veía en pijama-Dijo con cara seductora.

-Ya.-Dije sonriendo tímidamente.

-¿Sabes quién ha sido la persona que mi cerebro ha reproducido el segundo antes de dormirme?-Dije mientras me sentaba a su lado en la cama.

-¿Quién? ¿Yo?.-Dijo él seguro.

-No.

-¿A no?-Dijo poniendo carita de cachorro.

-Ha sido Iván.-Dije sonriendo.

-¿Enserio?-Dijo el abriendo los ojos.

-No, es mentira, ha sido Jesús.

-¿Qué?-Dijo empezando a reír.

-Café.-dije mientras empezaba a hablar él, pero le interrumpí.-Apareció café, el de tu mirada, que apenas me ha dejado dormir esta noche.

Giró la cabeza hacia un lado y se relamió el labio como solía hacerlo.-Estás poética eh.-Se rió.

Ese labio. Tenía unas ganas inmensas de besarle, ¿pero por qué no chincharle? Sería más divertido.

Me mordí el labio, y observé a Dani que cada vez se acercaba más a mi. Finalmente con su mano acabó acariciando mi cara y el acercó la suya a la mía y luego se desvió hacía la oreja. Le encantan las orejas, en verano siempre me las tocaba o me las mordía, aunque suene extraño. ¿Cómo no? Me la mordió, pero muy suavemente. Entonces opté por separarme de él y decirle no con la cabeza, pero de manera seductora ¿Que mejor manera de chincharle? Se volvió a acercar para encontrar mis labios, pero no los encontró porque me levanté cogí una toalla y mi neceser de higiene a toda prisa y salí corriendo de la habitación para ir hacia el baño mientras él me perseguía diciéndome: ¿Y ahora me dejas así?.


Cuando acabé de ducharme , lavarme el pelo, los dientes y asearme en general, me enrollé en una toalla y salí del baño. No había rastro de nadie arriba y se oían voces abajo. "Estarán desayunando ya" pensé.

Entré en mi cuatro para secarme el pelo y vestirme pero al entrar vi un trozo de papel en la mesa con algo escrito.


"_____, soy Jess, cuando salgas del baño ven rápidamente al cuarto de los gemelos, estoy ahí, tengo que contarte algo muy fuerte, no preguntes por qué estoy ahí, solo ven."


La letra me pareció algo extraña, pero bueno, hice caso, me recogí el pelo mojado con un coletero que no aguantaba mucho, me puse ropa interior y me enrollé otra vez con la toalla. Salí de mi habitación y fui hacia la puerta de los gemelos. ¿Qué hacía Jess ahí? En fin, golpeé dos veces en ella, pero nadie contestó. Decidí entrar, abrí la puerta y no había nadie, adelanté unos pasos y de repente se cerró la puerta. Cogí aire, y en menos de una milésima de segundo me vi acorralada por Dani contra la pared con su cara a centímetros de mí.

-Ahora no te me escapas.

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Begin Again. [Gemelos Oviedo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora