RECUERDOS QUEMADOS

CAPITULO 5

La semana de descanso y recuperación prescrita para Ona sería algo así.

Día 1 : Ona pasa todo el día en la cama, comiendo pan frito y estofado de Alexia, con Nala (la perra de la familia) y Extreme Makeover: Home Edition como compañía. Grita: “¡Conductor de autobús, mueva ese autobús!” al televisor y finge que no se pone a llorar y abraza a Nala con más fuerza cada vez que las familias reaccionan emocionalmente ante la renovación de sus hogares. Los fuertes sonidos del televisor y el ladrido constante de Nala ayudan a ahogar la cadencia de la voz de Emilia que resuena en su cabeza.

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Día 2 : Ona se pasa todo el día actuando como si estuviera descansando en la cama cada vez que Alexia pasa por allí. Lo que en realidad está haciendo es arreglar la puerta corrediza rota de su armario que lleva semanas queriendo arreglar. Concentrarse en la tarea en cuestión sólo la distrae parcialmente de repetir cada palabra que había intercambiado con Emilia. No puede decidir si está orgullosa de sí misma o enojada consigo misma por cada oportunidad que había perdido deliberadamente de aprender un poco más sobre la vida de Emilia. ¿De quién era la ropa que llevaba? ¿Qué está haciendo en esta ciudad? ¿Dónde ha estado todos estos años? ¿Está contenta con las decisiones que tomó? ¿Alguna vez la extrañó?

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Día 3 : Ona se vuelve rebelde, o más bien, lo intenta. Alexia llega temprano a casa y la pilla con las manos en la masa intentando dar vuelta un huerto de zanahorias. Ona no le dice a Alexia que le resultaba catártico imaginar la cara estúpida de Andres bajo la pala cada vez que cavaba en la tierra. Se limita a refunfuñar por lo bajo sobre cómo las zanahorias estaban acalambrando al ruibarbo y deja que Alexia la arrastre por el césped hasta su casa. Pasa el resto del día deambulando por la casa de Alexia y ayudando a su sobrino con su tarea de matemáticas, negándose a dejar que Emilia tenga un papel protagonista en sus pensamientos. No le molesta en absoluto haber rechazado lo único que había estado buscando desesperadamente durante años, una explicación.

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Día 4 : Ona se despierta enojada con Emilia y se queda enojada con ella todo el día por tener la audacia de aparecer en su vida nuevamente. La primera vez fue una coincidencia, pero la segunda fue una elección. ¿Cómo es que, una vez más, Emilia puede elegir cómo y cuándo entrar y salir de su vida , pero ella no? Ona finalmente tiene una vida que tiene un propósito. Una vida con la que está contenta. ¿Cómo es que Emilia todavía tiene el poder de aparecer de la nada y hacerla sentir esa picazón debajo de la piel por algo ? Algo más. Algo más.

Cuando Marc regresa de su turno, ella lo reta a un partido de futbol uno contra uno, con la esperanza de desahogar la frustración que se acumula en su interior. Ella termina sintiéndose aún más frustrada porque se da cuenta de que él está siendo demasiado indulgente con ella. Cuando él la detiene para preguntarle si está bien, ella se va furiosa a su casa y lo deja rascándose la cabeza.

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Día 5 : Ona recibe una llamada de Dakota por la mañana y pasa todo el día enfadándose cada vez más consigo misma. Palabras como incendio provocado, investigación en curso, alarma de humo desactivada, imágenes de CCTV desaparecidas no deberían ser suficientes para hacerla sentir esa necesidad irreprimible de proteger a la mujer que le rompió el corazón y la abandonó sin pestañear.

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Día 6 : Ona se despierta con todos los signos de interrogación arañándole las entrañas y decide que le jodan . Cuenta los segundos que faltan para que Claudia llegue al centro de entrenamiento y se sube a su KTM 390 y se dirige hacia allí.

Cuando Ona entra al gimnasio, Claudia ya está en medio de su calentamiento, haciendo flexiones en el suelo. Mira a Ona con una media sonrisa en su rostro, pero no se detiene. Ona sabe que no se detendrá hasta que termine su serie.