V4.7. FACTOR MIEDO.

98 20 10
                                    


Volumen 4. Capítulo 7. Factor miedo.

"Así que... Eso fue lo que pasó."

Nene miró el suelo de su habitación, cabizbaja después de haber contado su historia antes de venir a ANHS. Se había prometido a sí misma y a otra persona que dejaría a esos recuerdos enterrados en el pasado para poder avanzar hacía el futuro, al menos durante su época en esta escuela. Pero las cosas nunca son tan fáciles de superar. Los rostros de sus padres cuando estaban vivos siempre terminan volviendo a ella, sin importar el tiempo que haya transcurrido y sin importarle en contexto que viva.

Cuándo había dormido hoy, sus rostros regresaron a través de sueños, tal vez pesadillas, sumamente vívidos, de los pequeños momentos que tanto apreciaba vivir a su lado, solo para que al final terminaran por morir a una edad muy pronta. Ahora sentía que se había despertado triste, sin mucha razón para estarlo y sintiéndose estúpida por no poder superarlo pese al tiempo que pasó.

Pero estaba acostumbrada a la melancolía. No tenía muchos inconvenientes en que el día pasase así, con su corazón atravesado y roto por la flecha del dolor, como siempre sucede cuando tiene sus constantes periodos de depresión.

Sin embargo, algo era diferente en esta ocasión. Sorpresivamente encontró consuelo en el oído de Kiyotaka.

Según ella, había hecho un buen trabajo para ocultar su estado de ánimo bajo durante todo el tiempo que duró la reunión de su grupo. Ella se sintió satisfecha consigo misma porque Rino, su amiga, no vio nada extraño en ella. Pero cuando todos abandonaron la sala, bajó la guardia, creyó que nadie se quedaría atrás, y dejó que sus sentimientos se desbordaran; incluso pudo sentir algunas lágrimas frías caer hasta el sillón donde estaba sentada.

Fue entonces cuando Kiyotaka la encontró, por pura casualidad. Era algo así como estar en el momento oportuno y en el lugar adecuado. Y en ese estado mental tan decadente, no podía resistirse mucho a él... Aunque no es como si estando sana pudiera hacerlo... Por lo que accedió a contarle todo lo que había ocurrido para ser como era ahora.

Y, pese a que lo que contó fue una historia triste, cuando terminó se sintió un poquito menos miserable que hace unas horas. Se había sentido igual que cuando lo hizo con Emma antes de tomar la decisión de venir a esta escuela. Era como si la carga que llevaba sobre la espalda hubiera disminuido drásticamente gracias a que dos personas más estaban cargándola consigo, repartiendo el peso de su tristeza.

"¿Crees que fue algo tonto?" Preguntó con una sonrisa amarga que no pudo ocultar por más que se lo hubiera propuesto.

Este era otro tema que le preocupaba a Nene. Ella sabía que la muerte era un tema de todos los días, algo que todos sufrían en algún momento de su vida, sin poder hacer nada para proteger a sus seres más queridos del inevitable paso del tiempo o de las circunstancias de la vida. También tenía claro que muchas otras millones de personas sufrían de los mismos trastornos que ella y que no estaban quejándose día y noche por como la vida las había tratado. Por eso, cuando sus problemas comenzaron por ver morir a su abuela y reflexionó sobre esto, pensó que ella reaccionó exageradamente y que todo lo que sucedió después era su culpa y de nadie más.

A partir de ese momento de reflexión, Nene no pudo sentir nada más que incertidumbre. La única persona con la que ha hablado todo esto, más allá de los implicados en su historia, es precisamente Ayanokouji. Pero incluso cuando imaginaba que alguien estaba dispuesto a ayudarla, le aterraba la idea de que esa persona pudiera pensar que era una ridícula, una exagerada o alguien muy inocente por haber desarrollado su depresión ante la muerte de un familiar.

KIYOPON... ¿¡LATINOAMERICANO!?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora