Volumen 1. Capítulo 19. Moviéndose en silencio.
Cuando entré al salón de clases unos cinco minutos antes del comienzo de las lecciones, fui recibido por tres dos tipos de miradas muy diferentes a las usuales. Ambas propinadas por dos chicas a las que había visto apenas el día de ayer.
- "¡Kiyotaka-kun! ¿¡Cómo te fue en la misión secreta!?" -
- "¡Kiyotaka-kun! ¿¡Estás bien!? Traté de llamarte ayer, pero tu celular estaba apagado." -
Una muy animada Kei y una preocupada Tsubasa corrieron a mi asiento apenas me dejé caer en él. Todavía estaba demasiado cansado de la noche de sexo que tuve ayer con Asahina senpai, y no estaba lo suficientemente despierto como para poder prestarle la debida atención a las dos chicas que gritaban en mi oído.
- "Dejen en paz al héroe de la Clase-D." -
Chiaki, la mujer que me ató al cruel destino de pasar la noche con una senpai muy resistente por las respuestas a los exámenes parciales, llegó a mi asiento con uno de los cafés más caros del menú del café Pallet. Si me trae una recompensa como esta, supongo que hice un buen trabajo anoche.
- "¿Héroe?" - preguntaron ambas chicas al unísono.
- "Lo sabrán en algunos días." -
Mientras Chiaki actuaba evasiva ante las preguntas, me permití este breve descanso para darle un gran sorbo al café. Necesitaba la cafeína infectando mis venas y mi cerebro para lograr mantenerme despierto por el resto de las clases. Sería una pena que me quedara dormido y por ello perdiéramos Puntos de Clase.
- "Iugh" - Casi escupí la bebida.
La bebida tenía como 50 toneladas de café por una pequeña cucharada de azúcar; sabía asquerosamente horrible y amargo, pero al menos cumplió la función de despertarme. Claro, podría sufrir taquicardia y ansiedad -o incluso un ataque al corazón- como efectos secundarios, pero estaba dispuesto a asumir el riesgo.
- "Todos a sus asientos." - Chabashira-sensei entró por la puerta del salón y anunció su llegada para que todos comenzaran a prestar atención.
Kei y Chiaki regresaron a su lugar al instante. Tsubasa iba a hacer lo mismo, pero la tomé del brazo impidiéndole sus movimientos.
- "Hoy, a la hora del almuerzo, tenemos una reunión." - Le susurré.
Nanase me miró fijamente y asintió a mi petición. Una vez que supe que contaba con su apoyo, la dejé marcharse para no perjudicar nuestros puntos de Clase. También necesitaba que mi cerebro se pusiera a trabajar correctamente para poder negociar correctamente.
1.
Cuando la hora del almuerzo finalmente llegó, nuestro recurrente grupo de tres salió del aula. El destino ya estaba decidido desde hace unas noches, cuando comenzamos a trazar nuestros planes para cuando tuviéramos los exámenes de los años anteriores, y con el trato con Nazuna-senpai cumplido, solo estábamos a un paso más de hacerlos realidad.
Asegurándonos que nadie de nuestra clase nos viera y que se marcharan a sus respectivos lugares de reunión o se quedaran en el salón, nos movimos sigilosamente hasta llegar al aula de clase con la placa 1-C grabada en la entrada.
Después de una breve investigación que Chiaki realizó con sus grandes dotes de Stalker, descubrimos que el líder de la clase suele pasar la hora del almuerzo en el salón para tener mayor privacidad a la hora de llevar a cabo sus planes y nada se fuera a filtrar al exterior por un error tono como no poder mantener la boca cerrada. Claro, siempre acompañado de sus seguidores más fieles.
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KIYOPON... ¿¡LATINOAMERICANO!?
FanficKIYOTAKA NO SUFRIÓ DE LOS ABUSOS DE LA WHITE ROOM, PERO TUVO QUE ENFRENTARSE A ALGO MÁS PELIGROSO QUE ESAS CUATRO PAREDES BLANCAS: LATINOAMERICA.