KIYOPON... ¿¡LATINOAMERICANO!?

V2.11. EL INFIERNO SON LOS OTROS.

Volumen 2. Capítulo 11. El infierno son los otros.

-Sakura Airi-

-3 días restantes-

La vida es cruel, triste y dolorosa...

O eso es lo que me ha mostrado durante tantos años de existencia. Años de vivir intentando tener éxito en cualquier cosa, solo para fracasar en cada ocasión. Años de soportar comportamientos nada normales para una niña que apenas va formando su personalidad. Años de un constante encierro en mí misma, por un error que no cometí. Años de vivir con miedo a todas las personas que te rodean, amigos o familiares por igual.

La vida es cruel, triste y dolorosa...

...Pero desde que conozco a Ryūko-san y a Kiyotaka-kun, desde que le revelé a este último mi miedo hacia él y los hombres en general, la vida comenzó a tornarse de otro color, incluso si no han pasado más de unos pocos días desde entonces.

Todavía no he tenido éxito en nada de lo que he intentado, pero ahora tengo una nueva oportunidad para hacerlo durante el festival de talentos.

Todavía tengo que lidiar con comportamientos despreciables y desagradables por parte de compañeros de clase, pero sé que no todas las personas están buscando lastimarme.

Todavía estoy encerrada en mí misma, en una personalidad tímida e irritante que no me deja conectar con otros, pero estoy esforzándome por salir de mi caparazón.

Todavía tengo miedo de las personas que me rodean, pero tengo amigos como Ryūko-san o Kiyotaka-kun que me han aceptado tal y como soy; y que no solo eso, sino que también me han apoyado para comenzar a caminar a un nuevo destino.

Estas pocas semanas de entrenamiento diario me han abierto los ojos más que cualquier otra cosa que intenté...

...No, no sé ni porque trato de ocultarlo. Es por Kiyotaka-kun que he podido abrir los ojos y perseguir un cambio que ahora es más real que nunca.

Apenas hace unas semanas le tenía miedo al cambio, pensaba que mi vida sería aún más miserable si intentaba cambiar y fracasaba en el medio, pero Kiyotaka-kun me mostró que los cambios no tienen color hasta que experimentemos sus consecuencias.

Y hasta el momento, este cambio que he estado creando, solo ha sido de colores brillantes.

Hasta el momento, contándolo a él, he podido abrazar a tres chicos hasta que ninguno de ellos me cause miedo o desate mis fobias; Hirata-kun y Akito-kun fueron amables al respecto, uno escuchando mi historia sin juzgarme y el otro accediendo a ayudar sin mucha más información.

Pude cambiar y renovar mi armario. Desde aquél día en el que todo comenzó a verse gris, me comenzó a dar miedo ponerme ropas brillantes, que destaquen, o que puedan llamar un mínimo la atención. Por supuesto que siempre quise ser bonita, creo que lo soy, pero negué ese hecho en pos de protegerme a mí misma. Y hoy puedo volver a usar ropa que va a la moda sin sentirme insegura o en peligro.

Mi cuerpo ha dejado de ser un tema tabú para mí. Desde el día en el que mi agresor intentó violarme, mi cuerpo se volvió algo que odié con todas mis fuerzas, pensando que era el causante de todos mis males.

Llegué a creer que sí me pasó lo que me pasó fue por tener un cuerpo más desarrollado que el del resto de chicas de mi edad. Pero hoy entiendo y acepto que nada de lo que pasó fue mi culpa, que todo pasó por la enfermedad y depravación de un hombre asqueroso.

Y pude hacer todo eso porque Kiyotaka-kun, una de las personas a las que más le tenía pavor, vio a través de mí. El miedo que le tenía realmente era infundado en su mayor parte, pero su aura dominante, sus ojos que han visto lo peor de este mundo y su forma de actuar tan audaz con el resto me hicieron asociarlo como alguien peligroso de inmediato.