KIYOPON... ¿¡LATINOAMERICANO!?

V3.8. EL DÍA DESPUÉS.

Volumen 3. Capítulo 8. El día después.

Todos los equipos restantes de la Clase-D se quedaron en un mismo lugar después de todo lo que pasó hace unas cuantas horas, cuando la Clase-A quedó eliminada por una fantástica estrategia en conjunto entre su clase y la Clase-B; dando como beneficio que, pase lo que pase, ninguno de sus compañeros sería expulsado.

Sin embargo, no todos los resultados de la alianza fueron positivos, o no del todo. Fueron precisamente los riesgos que esta estrategia traía consigo que tres de sus equipos fueron eliminados casi al mismo tiempo. Y esto era una desventaja para sus aspiraciones al primer lugar si se consideraba que la Clase-C contaba con todas sus armas.

O eso fue antes de que Ayanokouji, uno de sus dos líderes, tomara una decisión que cambió por completo el rumbo del examen especial. Y es que a cambio de descubrir quien era el líder del grupo de Ryūen para que su clase quedaran a la deriva y sin rumbo debido a la falta de una figura de autoridad, dos grupos más de la Clase-D fueron sacrificados.

Y uno de ellos fue precisamente Kiyotaka.

-Flashback-

El tiempo se detuvo y un ambiente sombrío se hizo presente en el lugar cuando el video-mensaje de parte de la escuela confirmó los mayores temores de algunos. Kiyotaka se había equivocado cuando escribió el nombre de Ryūen como líder de su propio grupo.

"Kiyo..."

"Es tu turno, Honami."

Pese a que la chica de cabello rosa quería decir algo para calmar este ambiente, fue interrumpida por un tranquilo Ayanokouji, como si nada de esto le preocupara y simplemente haya aceptado su destino fuera de este examen.

"¿E-estarás bien?" Preguntó Ichinose en un pequeño susurro que nadie más pudiera escuchar.

"Honami, esto es una ventaja par ti. Me equivoqué y le favorece a tu clase, no es momento para que vaciles."

La chica de cabello durazno lo miró fijamente, como si no pudiera creer lo que acaba de decir y la forma en la que lo hizo; era como si no le importara lo que pudiera ocurrirle a su clase.

Sin embargo, Ayanokouji le hizo un señalamiento con su dedo. Cuando volteó hacia donde estaba mirando, pudo ver a sus compañeros mirándola expectante de lo que podría pasar. Y fue entonces cuando lo entendió.

La eliminación de las reglas fue un evento inesperado que nadie pudo prever, ni siquiera ese estudiante que tanto admira. Y Ayanokouji supo de inmediato que, en la situación en la que estaban, ambas clases estaban en una desventaja enorme.

Ella más que nadie sabía de lo que era capaz de hacer Ryūen con tal de hacerse con la victoria, tal y como lo hizo hace unas semanas creando rumores de violación difamatorios en contra de uno de sus compañeros y que de no haber sido precisamente por Ayanokouji, las cosas habrían sido muchos peores.

Y ahora, sin reglas que lo hicieran ajustarse a una conducta especifica o que limitaran su actuar, sus métodos podían ser más violentos que de costumbre. Y eso era una mala noticia si tenían en cuenta que ahora estaban en inferioridad numérica.

Por eso Ayanokouji decidió hacer un pequeño sacrificio. En pos de mantener a sus compañeros a salvo decidió jugarse su última carta y eliminar al líder de la Clase-C antes de que pudiera dar indicaciones a sus peones.

En esa búsqueda de que ambas clases se vieran beneficiadas sacrificó a dos equipos de Clase, pero mantuvo a los que consideraba más aptos para poder seguir con la lucha, por lo que no había renunciado en lo absoluto a conseguir la victoria.