Historia Complementaria 6. Chiaki Matsushita. Mi forma de amar.
La familia Matsushita tiene una forma peculiar de hacer las cosas y de criar a su única hija. Pese a que eran estrictos, como supongo la mayoría de los padres son cuando su hija será la heredera de todo lo que han construido, siempre estuve agradecida con la educación que me dieron y no podía pedir nada más.
A diferencia de otros niños de la misma clase social que yo, o incluso un poco más baja, a los cuales conocía de cenas lujosas, aunque aburridas, y otros eventos sociales a los que mi familia fue invitada, yo tuve la fortuna de ira a una escuela primaria y secundaria pública, con todo lo que esto implicaba.
Tanto papá como mamá vinieron desde abajo, ambos naciendo en el mismo barrio marginal de las calles de Tokio, en dónde era más fácil terminar como un delincuente juvenil que entrar a una buena universidad; y terminaron en lo más alto de la jerarquía social debido a sus grandes esfuerzos y constante perseverancia. Mi madre terminó siendo una excelente artista violinista con múltiples giras a lo largo de todo el país y mi padre trabajando como dueño de varios de los mejores hospitales privados de Japón y que poco a poco se están extendiendo por el mundo.
Ambos llegaron a la misma conclusión con respecto a mi educación: yo también debía experimentar ese desafío de no poder obtener todo a base de dinero que fue cosechado por ellos. No querían que lo tuviera todo en bandeja de plata o me convirtiera en una de esas niñas arrogantes que se cree superior por tener más estatus que los demás. Y, aunque me solían consentir con varias cosas que quería, como cualquier niña, nunca dejaron que el poder que ellos ostentan se me subiera a la cabeza.
Fue en el jardín de infantes, la única vez que no fui a una institución pública, que mis dones y aptitudes comenzaron a aparecer. Según los maestros, no solo tenía una enorme capacidad artística como mi madre, sino que mis habilidades cognitivas, como el razonamiento, la lógica y la resolución de problemas estaban por encima de la media. Entonces, a pesar de ir a colegios públicos, mis padres también contrataron a múltiples tutores privados que mantuvieron mi día ocupado.
Todo eso parecería un infierno para cualquier niña de mi edad, cuya atención estaría más en disfrutar de jugar que de estudiar, pero también reconocieron que tenía un hambre de aprendizaje enorme y que mi alegría, en lugar de encontrarse en salir a jugar en los parques, se basaba en lo que aprendía día con día.
Por supuesto que tenía amigos de mi edad, varios de ellos, de hecho. Mis padres básicamente me obligaron a alejarme de mi estudio durante varias horas para que pudiera socializar y entender sobre las relaciones humanas.
Y durante todo este tiempo he seguido cultivándome. No busco el conocimiento para creerme mejor que nadie, tampoco lo hago para encontrar un super trabajo -lo cual es una consecuencia indirecta de mis acciones-, sino que simplemente disfruto aprendiendo cosas nuevas día tras día.
Nunca tuve quejas con respecto a mi educación y me vería como una malagradecida de tenerlas. Tenía amigos valiosos, una familia amorosa, estricta, pero comprensiva; y grandes sueños que quería cumplir antes de que mi tiempo en este mundo llegase a su fin. Antes de entrar a esta escuela nunca me hubiera imaginado renegar de mi infancia o encontrar algún 'pero' a todo lo que me dieron.
Pero desafortunadamente las cosas han cambiado, para mal. Cuando conocí a Ayanokouji pensé que tal vez había encontrado a mi alma gemela, y no hablo en un sentido romántico aunque se suela asociar ese término con relaciones de amantes.
Ayanokouji ama el aprendizaje tanto como yo; nos la pasamos aprendiendo el uno del otro durante este tiempo y somos felices de esta forma. Pero hace poco descubrí que somos completamente diferentes. Entre nuestra capacidad de aprendizaje hay un abismo de diferencia, no es que sea cosa de unos pequeños peldaños, literalmente se trata de un mar de diferencia.
Él está a un nivel completamente diferente del mío. Y todo lo ha logrado sin depender de tutores o escuelas privadas que incentiven su talento, me sentiría aterrada de saber lo que habría logrado si hubiera tenido mi vida. Todo lo que consiguió fue a base de autoestudio. Y eso es algo digno de admirar de su parte.
Entonces cuando nos aliamos pensé que tenía que trabajar más duro para estar a la par que él, para que no me quedara atrás por mucho tiempo y realmente podamos vernos como iguales.
Mi concentración en clase mejoró a raíz de eso, también retomé mi vieja pasión de leer libros diferentes a novelas e incluso busqué algún curso online que la escuela ofrecía de cualquier cosa que me interese.
Durante los últimos exámenes pensé que había madurado más que en toda mi vida. Habíamos superado estos retos juntos. Los exámenes escritos y el concurso de talentos fueron esfuerzos en conjunto que hicimos para que nuestra clase pudiera salir airosa. O eso pensé...
Este último examen me ha dado un completo baño de humildad; aunque sería más correcto decir que me revolcó por el barro para abrirme los ojos a la fuerza. Fue ese golpe de realidad que necesitaba para ver el panorama que mis estúpidos sentimientos me habían estado privando. Y es que esta clase, sin mí, seguiría en esta curva ascendente en la que hemos entrado últimamente.
Creí que había hecho un buen trato con Nazuna para conseguir los exámenes escritos de años pasados, pero al final eso se redujo a que ella tenía un interés físico en Kiyotaka y por eso estuvo dispuesta a negociar conmigo.
También creí que había aportado mi granito de arena durante el concurso de talentos, pero realmente no hice nada. Ryūko fue quien creó la coreografía y quien guió a las demás; Kiyotaka y Tsubasa fueron quienes establecieron el régimen de ejercicio, y fue el propio Kiyotaka quien se encargó del problema que Airi tenía. Yo simplemente me limité a observar y supervisar.
Y en este examen... Kiyotaka se retiró con la esperanza de que finalmente pudiera hacerme cargo de algo por mí misma. Y creí que podría hacerlo. Cuando eliminamos a los primeros grupos de la Clase-C me sentí en las nubes y pensé que podría superar este examen gracias a mis propias habilidades de liderazgo.
Pero el último día todo se torció. De alguna forma, Kanzaki de la Clase-B, logró tendernos una trampa y casi acaba con todos nuestros esfuerzos de una forma tan fácil. Si no hubiera sido porque Koenji estaba en ese lugar, todo habría estado perdido y los esfuerzos que hizo Kiyotaka habrían sido en vano.
Fue entonces que me di cuenta que no tenía nada que hacer. Me sentí impotente por no poder proteger a mis compañeros y amigos de la mejor forma. Por primera vez en mi vida maldije la forma en la que fui educada. Tal vez si me hubieran exigido más, si hubieran sido más estrictos conmigo, si me hubieran puesto algo de presión extra, habría podido ser de mejor ayuda durante este tiempo.
Pero en cambio estoy aquí, encerrada en mi habitación en lugar de estar disfrutando de los lujos y excesos que nos ofrece este crucero.
[Tú, Tsubasa, Suzune y yo. Teatro del segundo piso. En media hora]
El mensaje de Kiyotaka me sacó de mi ensoñación. No tenía muchas ganas de moverme de mi cama este día, pero el mero hecho de saber que Kiyotaka también iba a ir me dio las fuerzas para levantarme.
No pude evitar sonreír al darme cuenta de que estaba actuando como una chica enamorada. Pero supongo que en gran medida eso es cierto. Estoy enamorada, aunque no de la forma convencional, acaramelada y linda de las novelas románticas. Mi amor va más allá de eso.
No quiero estar todo el día abrazada a Kiyotaka, tampoco quiero besarlo, y mucho menos dar el paso a la adultez junto a él. Lo único que quiero es que todo siga igual. Quiero seguir leyendo con él, intercambiar puntos de vista sobre situaciones políticas, económicas y sociales; quiero seguir estudiando a su lado.
En resumen, quiero seguir creciendo en conjunto con él, aunque me lleve miles de kilómetros de ventaja. Esa es la mayor forma de expresar mi amor. Ni siquiera necesito un título de novia y tampoco lo quiero. Para mí el amor es el aprendizaje, y mientras pueda seguir aprendiendo a su lado, lo seguiré amando con todo mi corazón y cerebro.
Fin de la historia complementaria.
ANTES DE QUE SE RETIREN, ¿TIENEN ALGUNA HISTORIA COMPLEMENTARIA QUE LES GUSTARÍA LEER? OBVIAMENTE DE LAS PERSONAS QUE HAN APARECIDO HASTA AHORA.
Y ES DE MI AGRADO INFORMAR QUE YA HAN SIDO ESCRITOS DOS CAPÍTULOS -Y ESTÁ EN MARCHA EL TERCERO- DEL CUARTO VOLUMEN. Y ME HAN ENCANTADO.
![](https://img.wattpad.com/cover/358624607-288-k244039.jpg)
ESTÁS LEYENDO
KIYOPON... ¿¡LATINOAMERICANO!?
FanficKIYOTAKA NO SUFRIÓ DE LOS ABUSOS DE LA WHITE ROOM, PERO TUVO QUE ENFRENTARSE A ALGO MÁS PELIGROSO QUE ESAS CUATRO PAREDES BLANCAS: LATINOAMERICA.