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«MARATON 3/3»

Tyler:

Dejarla ir fue lo peor que pude hacer.

No la puedo dejar ir, tenemos problemas con la mafia rusa y la mafia danesa, ambos quieres apoderarse de silicia, pero tenemos que evitarlo ya que es nuestra cede más grande.

Cualquier pilar van a tratar de desactivarlo para que bajemos la guardia y nos enfoquemos solo en una cosa, y así dejar sola los problemas de la mafia.

Me lleva.

Cualquiera diría que soy un hipócrita, por hacerle creer a mi mujer que soy todo un buen ciudadano, que no rompo ni un plato o una solo regla jurídica.

¿Verdad?

La verdad es que soy un desgraciado mafioso, que no va a permitir que la vuelvan a separar de mi. ¿Obsesión? ¿Apego? No me importa. Es mía y no voy a permitir que me la quiten.

Si soy el heredero de toda una mafia, eh asesinado, eh desmantelado bares donde han muerto muchas personas, no se si inocentes o no, tráfico armas en más de seis países, y le distribuyo a mas de 20 mafias diferentes. Tengo empresas de lavado de dinero, y empresas donde en el búnker se lleva una gran parte de armas creadas con mi sello personal, porque son mías. Tengo cedes de alta tecnología que solo nuestra mafia tiene.

La mafia italiana siempre fue menospreciada, porque habían según, otras mafias que la igualaron. Desde los 15 años, le di a mi padre nuevas ideas, nuevos planos, ideas para hacernos ver, para crecer.

¿Mi padre? Me hizo caso, pensó en los pro y los contra y lo puso en marcha. En solo un año volvimos a poner a nuestra mafia como nuestros antepasados, en la cima. En la cúspide de la montaña.

Y si, se podría pensar que un año es demaciado. Pero no, para una mafia tan grande como la italiana, es como un mes.

Así que, camino hacia el despacho donde está mi padre con el jefe de la Cosa Nostra.

Según las leyes nuevas que se adjudicaron en nuestra mafia, si el jefe de la Cosa Nostra es asesinado por un enemigo o por el Capo dei Capi. (El cual es mi papá) Automáticamente toda esta mafia pasa a ser de mi padre y próximamente mía.

Entro al despacho cerrando tras de mi, y colocando mi Glock sin seguro.

Mi madre está parada al lado de la silla de mi padre viendo fijamente al vejete que está sentado.

«Alesso Bonanno»

—Bueno Alesso, supongo que sabes que no estás aquí porque si.—Empieza mi padre con una mirada mortal.

—¿A que se debe su petición mi Capo dei Capi? No hemos constituido una reunión con nuestros aliados.—Dice el asqueroso que está sentado, la tranquilidad con la que lo dice, es envidiable. Nadie se esperaría que es una rata traidora.

—Sabes muy bien que haces aquí Alesso.

—Mi señor, lo siento pero no lo capto.

—Ah,¿no lo captas? Veamos si de otra forma lo haces. ¿Porque estás desarrollando tratos con la Mafia Danesa a nuestras espaldas?

Alesso se tensa en su asiento mientras que el despacho se queda en silencio.

—¿Creiste que no me iba a enterar? —Pregunta mi padre sentándose en su silla, mi mamá ve sus uñas como si fuera lo más importante ahora. —A mi nada se me escapa Alesso, de lo más mínimo me entero. ¿Algo que decir?

Alesso niega con la cabeza, lo que significa que ni siquiera lo está negando.

—Bueno, creí que esto iba a ser más divertido, lastima. —Intervengo por primera vez desde que estoy aquí, levanto el arma apuntando directamente a su cabeza. El no hace ningún movimiento, solo suspira y dice :

Un cuento perfecto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora