Capitulo 3 no tienes que amenazar a todos para protegerte

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Debo admitir que estas dos semanas de tutoría con Draco no han sido tan tortuosas como creí al principio. Aunque nuestra comunicación se ha limitado estrictamente a lo académico, él no me ha puesto ningún obstáculo, lo cual ha sido un alivio.

Por otro lado, he comenzado a tener una amistad inesperada con Pansy Parkinson. Aunque a los chicos no les entusiasma mucho la idea de que, de repente, ella se interese en ser mi amiga, yo creo que sus intenciones son sinceras.

—Iremos juntas en la primera visita a Hogsmeade —me informó Pansy con una sonrisa mientras entraba a la clase de pociones.

—Sí, irás conmigo, con Ron, Harry y Hermione —le respondí, preparándome para su reacción.

—¿Con los Gryffindor? —exclamó, sorprendida, como si la idea fuera lo más inusual que había escuchado.

—Te va a gustar, Pansy. Además, no puedo ser tu única amiga —le dije, tratando de suavizar la situación.

—No eres mi única amiga —replicó con una sonrisa, encendiendo el fuego para su caldero con un elegante movimiento de su varita—. Tengo a Draco, a Crabbe, a Goyle, e incluso a Modestia, cuando no desaparece para juntarse con los Ravenclaw.

—Acepta venir con nosotros... Además, quería pedirte algo —dije, bajando un poco la voz mientras Pansy me miraba con curiosidad—. ¿Podrías enseñarme a arreglarme?

Pansy arqueó una ceja y su expresión cambió a una mezcla de interés y diversión.

—¿A quién quieres impresionar, Snape? —preguntó, inclinándose ligeramente hacia mí con una sonrisa cómplice en los labios.

Me encogí de hombros, sintiendo el calor subir a mis mejillas. Ni siquiera estaba segura de la respuesta a su pregunta. ¿A quién quería impresionar realmente? Cedric ha sido mi amor platónico durante dos años pero realmente estoy perdiendo esperanzas en que algún día se fije en mí... di mi primer beso con Neville eso me tiene confundida no porque me sienta flechada pero quisiera saber qué es salir con un chico sin importar quien.

Pansy me observó en silencio por unos momentos, como si estuviera evaluando qué tanto debía ayudarme pero finalmente, asintió.

—Está bien, Vainilla. Te ayudaré. Pero a cambio, quiero que me prometas que si alguna vez Draco te hace algo, me lo dirás a mí primero. No a los Gryffindor.

Su tono era serio, y por un momento vi una lealtad en sus ojos, una que parecía estar ligada a Draco de una manera que yo apenas comenzaba a entender.

Asentí lentamente. Había algo en la relación de Pansy y Draco que me intrigaba, algo que aún no lograba descifrar por completo, pero que parecía ser importante en todo esto.

Así, mientras las clases de pociones avanzaban, no podía evitar preguntarme si mi reciente amistad con Pansy me llevaría más cerca de los secretos que Draco ocultaba... o si solo complicaría más las cosas.

Hermione entró al aula junto a Ron y Harry, quienes se sentaron unos lugares delante de nosotras. Sin embargo, Hermione caminó hacia mí.

—Genial, veo que ya empezaste a calentar el caldero —comentó, fingiendo no notar la presencia de Pansy.

—Granger, Vainilla y yo haremos la poción juntas —intervino Pansy con su habitual tono de superioridad.

Hermione la miró incrédula antes de responderle, con una mezcla de firmeza y desdén:

—Nosotras siempre trabajamos juntas, Pansy. Esto es ridículo.

—Her, ayer te dije que hoy trabajaría con Pansy —la interrumpí, intentando sonar tranquila, aunque sentía la tensión en mi garganta.

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