Utahime Iori no conocía al príncipe Satoru Gojo, heredero al trono en Japón. Ella había vivido toda su vida en Reino Unido. A pesar de tener ascendencia japonesa por parte de su padre, no conocía nada del país, excepto lo poco que él le había contad...
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Satoru y Utahime se miraron, sin expresión alguna en sus rostros. Ninguno daba el primer paso para presentarse formalmente.
—Buenos di-
—Soy-
Iniciaron su conversación al mismo tiempo, para después callarse abruptamente. Se sintieron un poco apenados.Con una sonrisa, Satoru le cedió la palabra.
—Buenos días, soy Utahime Iori, encantada de conocerlo —expresó seriamente.
—Soy Gojo Satoru, sé que es un honor conocer a alguien como yo —dijo mientras tomaba asiento en una silla.
Utahime quedó pasmada por su actitud, pero aun así continuó con su formalidad y tranquilidad. Comenzó a sacar de su mochila lo esencial para la asesoría.
—Espero que las asesorías sean de utilidad. Cualquier duda, menciónela y lo resolveremos. Me tomé el tiempo de realizar un cronograma para tener un mejor control del tiempo en las-
El príncipe sonrió ladino y soltó un chiflido—. Vaya, sí que eres toda una perfeccionista. ¿Es así como lograste ser la seleccionada para este puesto?
La pelinegra se detuvo para mirarlo confundido—. Disculpe, creo que está pasando un poco mis límites. Creí que los ciudadanos japoneses no-
Satoru movió uno de sus dedos para negar—. Obviamente hay excepciones. Además, ¿no eres completamente japonesa?
—Preferiría no hablar mucho de mí. El objetivo de esto es orientar su formación, no podemos perder-
El peliblanco suspiró profundamente mientras levantaba sus brazos para estirarse—. Creí que fuera de Japón las personas eran un poco más divertidas.
Utahime se abstiene de mostrar su molestia por las interrupciones—. Podemos continuar con la-
—¿Al menos me vas a responder alguna de mis preguntas? —la miró con una sonrisa.
Utahime trató de controlarse para no demostrar que ahora sí estaba un poco molesta.
—Señor Gojo, creo que tendré que ser un poco más clara. Realmente esta es una oportunidad única en mi vida estudiantil. Si logro completar la planeación que envió su padre, sería muy bueno para mí en mi hoja de vida. ¿Podría, por favor, prestar atención a lo que digo? —decretó sin vacilar.
Satoru se quedó sorprendido por la transparencia de Utahime. No era habitual que alguien le hablara de esa manera, a excepción de sus padres. La mayoría de las personas siempre trataban de complacerlo, aunque probablemente eso se debiera a que es un príncipe. La miró con un brillo especial en sus ojos, su rostro mantuvo una sonrisa ladina.
