Capítulo 6

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El restaurante chino al que Suguru los había llevado tenía un encanto especial

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El restaurante chino al que Suguru los había llevado tenía un encanto especial. Las lámparas de papel rojo pendían del techo, proyectando una luz cálida y suave que realzaba los tonos dorados y carmesí del lugar. Los aromas a jengibre, ajo y especias llenaban el aire, envolviéndolos en una atmósfera acogedora. Los cinco se acomodaron en una mesa en el rincón más apartado, donde Suguru, con confianza, se encargó de hacer el pedido.

—Confíen en mí, les va a encantar—dijo Suguru con una sonrisa segura mientras el camarero se alejaba con su orden.

La conversación se deslizó naturalmente hacia los planes para el futuro, una vez que la universidad quedara atrás. Kento se inclinó ligeramente hacia adelante, sus ojos brillaban con determinación mientras hablaba de su futuro.

—Voy a trabajar en la empresa familiar —anunció con seguridad, aunque había un toque de humildad en su tono. —Mi padre y yo hemos estado hablando de algunos proyectos interesantes que tiene en mente, especialmente en sostenibilidad y diseño urbano. Siempre ha sido un sueño para mí contribuir a algo que pueda mejorar la vida en las ciudades, hacerlas más verdes y funcionales.

Todos en aquella mesa asintieron, mostrando un respeto genuino por la pasión de Kento. Shoko le dedicó una sonrisa cálida, sabiendo lo mucho que le importaba a Kento marcar una diferencia en su campo. Habían compartido muchas conversaciones nocturnas donde él le hablaba de sus planes y su deseo de dejar una huella positiva.

—Suena increíble, Kento —dijo Shoko con sinceridad. —Sé que harás grandes cosas.

Luego, ella se recostó contra el respaldo de su silla, su postura relajada contrastaba con la intensidad de los sueños de Kento.

—Yo, por otro lado, me voy a tomar unas vacaciones —anunció con una sonrisa traviesa, arrancando una carcajada del grupo. —Necesito un descanso antes de sumergirme en la locura del mundo real. ¿Saben? Quiero darme el tiempo de explorar un poco antes de decidir por dónde ir. No quiero precipitarme a las responsabilidades de adulto independiente.

Aunque Kento y Shoko parecían tener enfoques muy distintos sobre el futuro, eso nunca había sido un obstáculo para su amistad. Kento siempre admiraba la facilidad con la que Shoko podía tomar las cosas con calma, mientras que ella encontraba la dedicación de Kento inspiradora.

—Es totalmente comprensible, Shoko —comentó Utahime, quien también valoraba ese equilibrio entre ambición y tiempo personal. —A veces es necesario desconectar un poco para encontrar claridad sobre lo que realmente queremos.

Suguru sonrió y añadió con entusiasmo.

—Además, seguro que las aventuras que te esperan durante esas vacaciones te inspirarán para lo que sea que decidas hacer después.

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