Quiero lo mismo que tu (Adaptación Siwon)

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_________ aguantó como pudo y suspiró, para nada aliviada, cuando por fin

se acabó la reunión.

Si pensaba que en ese trabajo podría librarse de las tentaciones, iba

muy desencaminada. Pero que muy desencaminada.

¡Cielo santo!

¿De verdad había oído bien?

John, al ver la cara que había puesto, sin duda de atontada, se preocupó

por ella y la mandó a tomar lo que fuera, pero________, profesional ante todo,

negó con la cabeza.

Para más inri, Leeteuk se había acercado «demasiado», también inquieto

por su extraño comportamiento.

«Si tú supieras...», quiso decirle, aunque la prudencia hizo acto de

presencia y se mantuvo callada.

Aun así, un nombre seguía dando vueltas en su mente...

¿Siwon Baker iba a trabajar allí?

El ídolo de su adolescencia.

En el instituto llevaba las carpetas forradas con fotos de él, se

compraba cualquier revista donde apareciera e incluso las fotocopiaba para

poder decorar el interior de su armario. En aquellos días, cuando Internet

no existía y, por tanto, debía conformarse únicamente con lo que se

publicaba de él, no le quedaba más remedio que gastarse sus ahorros en

cualquier cosa de su ídolo que se pusiera a la venta.

Había sido una fan de manual, de las que acampaban varios días

delante del hotel donde se alojaba para verlo durante apenas tres segundos.

Se había saltado clases del instituto para poder estar en primera fila cuando

asistía a algún estreno. Ni que decir tiene que sabía su signo del zodíaco, su

color favorito, el color de sus ojos, su estatura... y, por supuesto, se había

enfrentado a quienes lo calificaban como un producto mediocre para

adolescentes histéricas y a quienes no apostaban por él arguyendo que,

cuando alcanzara la madurez, sería un juguete roto.

Como de hecho ocurrió.

A diferencia de muchos artistas juveniles que encandilaban durante

unos años y después desaparecían, pues no sabían reciclarse, Siwon Baker se arriesgó y probó otros registros, aunque su vida privada, para nada

reservada, parecía seguir a rajatabla el guion de malcriado de excesos

varios, lo que desembocó en la pérdida del apoyo por parte de su público,

que iba creciendo y dándose cuenta de que no era oro todo lo que relucía.

_________, como muchas de sus seguidoras, le fueron dando la espalda

cuando, día sí y día también, aparecían noticias suyas de lo más

escandalosas en los medios de comunicación. El que cambiara de pareja