—Podrías hacer un esfuerzo y fingir que estás interesado —murmuró Leeteuk mirando de reojo a su representado mientras conducía en dirección a la productora Mills.
Siwon ni siquiera se molestó en levantar la vista por encima de sus gafas de sol de espejo. Tenía una resaca de cuidado, así que lo único en lo que pensaba en ese instante era en poder volver cuanto antes a su cama y descansar.
Con un poco de suerte las dos golfas que se llevó a casa la noche pasada se habrían largado; no le apetecía compartir y menos aún aguantarlas, ya que ni tan sólo se las tiró. Las dejó a su aire, que se lo montaran solas, pues él no estaba de humor para esforzarse.
Le ofrecieron un espectáculo más o menos caliente, pero no lo suficiente como para que se animara a desabrocharse el pantalón.
Las contempló durante un buen rato pero, en cuanto verificó que esas tetas estaban desproporcionadas con el resto del cuerpo, supo que la silicona tenía más protagonismo del necesario y el poco ánimo que tenía se diluyó.
Es lo que suele pasar cuando lo has visto casi todo.
Cuando recibió la llamada de su agente, dos días atrás, se sorprendió como el que más y, si bien debería haberse mantenido sobrio por lo menos las veinticuatro horas previas, no lo consiguió, ya que se puso a celebrarlo.
Una cosa llevó a la otra... y acabó como siempre: hasta el amanecer, después de haberse bebido hasta el agua de los floreros.
—¿Siwon? —insistió su agente confiando en que se mostrara mínimamente interesado.
—Sigo vivo —admitió con voz rasposa mientras cambiaba de postura en el asiento del coche sin preocuparse de nada.
—Oye —intervino Leeteuk molesto con la actitud manifiestamente pasota de su amigo—, te juegas mucho. ¿De acuerdo? Me he esforzado por buscarte este trabajo y sabes tan bien como yo que lo necesitas. ¡Joder! Llevas más de dos años sin currar, te fundes lo poco que tienes en juergas y, por si fuera poco, te lo tomas a cachondeo.
—Si tu objetivo es hacer que entre en razón, felicidades, lo has logrado. Fin de la conversación —dijo el aludido con voz cansada; con tal de quitárselo de encima, firmaría cualquier cosa.
Tenía la cabeza a punto de estallar y no requería un sermón a primera hora de la mañana, ya estaba bastante jodido soportando la luz del sol.
—No me des la razón como a los tontos, maldita sea —se quejó una vez más Leeteuk a punto de perder los estribos.
—Relájate —sugirió arrastrando las palabras—. Anda, que sé que te hace feliz, cuéntame lo duro que has peleado para conseguirme este papel y la oportunidad tan fantástica que supone para mi carrera.
A su representante no le pasó desapercibido el tono de guasa empleado.
—Eres imposible, no sé por qué me molesto en buscarte papeles y en ser tu amigo —adujo negando con la cabeza.
Tentado estaba de dejarlo tirado en la cuneta. Hasta los cojones estaba de observar cómo se autodestruía día a día.
—Porque eres un tío estupendo, nos conocemos desde niños y me quieres mucho, como la trucha al trucho —apuntó continuando con su choteo.
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Quiero lo mismo que tu (Adaptación Siwon)
Fanfic__________, está deprimida; sólo quiere encerrarse en casa, atiborrarse de calorías y escuchar música romanticona resignada, traza nuevos objetivos, empezando por buscar un empleo en el que el jefe (condición indispensable) no sea...