Siwon sonrió al escuchar la pregunta.
Vaya, vaya, la Fea, no tan fea tras pasar por el departamento de chapa y pintura, tenía su orgullo y enseñaba las garras.
Eso, sin duda, en su situación actual, que podría denominarse
aburrimiento total, ya suponía un estímulo diferente.
Excelente, ya empezaba a cansarse de su docilidad. Sin saber muy bien por qué, deseaba ponerla de nuevo en el disparador para desquiciarla un poco y así animarse.
Decidió atormentarla algo más y lo pensó muy bien antes de responder.
Tenía que encontrar algo realmente bueno para provocarla y que de nuevo adoptara esa pose guerrera que por lo visto le gustaba.
«Desde luego, a lo que tengo que recurrir para pasar el rato...», se dijo sin arrepentirse de su actitud claramente guasona, pero, oye, necesitaba distraerse con algo y la secretaria tenía todas las papeletas para serlo.
La miró, sonrió, recorrió de nuevo las curvas que el vestido azul
marcaba, sonrió, enarcó una ceja, sonrió, se fijó en su escote... sonrió, se fijó en el contorno de sus caderas, no dejó de sonreír y miró su cuello...
Y de repente se le borró la sonrisa.
Y si...
Joder, no, el simple hecho de pensar en acercarse a ella ya suponía un gran motivo para hacer caso a Leeteuk y a los demás pelmas que lo instaban, día sí y día también, a dejar la bebida.
Pero...
Mierda, qué disyuntiva.
¿Buscar una respuesta cortante o meterle mano para divertirse un rato?
Porque, así con la tontería de llevarla a cuestas, se había animado tras tocar carne y no pinchar en hueso.
Y otra razón a favor de su causa era que una mujer como ella
agradecería enormemente un «apaño», porque a saber cuándo la pobre le daba una alegría a ese cuerpo.
—Estoy esperando una respuesta —apuntó ella con bastante mala leche, molesta por ser objeto de estudio.
A saber qué nuevas maldades se le estaban pasando por la cabeza...
—Parece que se está despejando el camino —comentó el chófer por el intercomunicador, interrumpiéndolos.
—Sí, eso parece —convino distraído sopesando el conflicto de
intereses creados en su cabeza y también un poco más abajo, porque así, con la tontería, ¡se estaba animando!
El vehículo avanzó lentamente hasta detenerse de nuevo y eso para Siwon supuso un contratiempo o un alivio, según se mirase. Debía dejarse de elucubraciones y actuar de inmediato, pues de nuevo se produjo un pequeño avance sobre el asfalto y, si tardaba más de la cuenta en tomar una determinación, se presentarían en la cueva de la Fea y entonces ya no servirían de nada las neuronas activadas en pensar.
Y ya había perdido unas cuantas ahogadas en alcohol.
Hizo amago de acercarse y, como un adolescente gilipollas e indeciso ante su primera oportunidad de meter mano a una chica, reculó creyendo que un buen bofetón no compensaba.
Se movió en su asiento, disimulando, como si estuviera inquieto, pero llegó a la conclusión de que no tenía edad ni ganas de andarse con zarandajas, así que, como siempre es mejor pedir perdón que pedir permiso, cambió de postura hasta pegarse a ella, quien, sorprendida, lo miró como si fuera un monstruo verde y baboso y se apartó lo poco que
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Quiero lo mismo que tu (Adaptación Siwon)
Fanfic__________, está deprimida; sólo quiere encerrarse en casa, atiborrarse de calorías y escuchar música romanticona resignada, traza nuevos objetivos, empezando por buscar un empleo en el que el jefe (condición indispensable) no sea...