—¡¿Qué?! —gritó _______________ apartándose de ese trío como si éste fuera radiactivo.
Ni loca iba a ir a donde quisiera que fuesen a hacer lo que se les
ocurriese; por mucho que le intrigase, prefería mil veces seguir en la ignorancia de cómo se lo monta un famoso con dos muñecas hinchables.
Ella, de allí, se iba a su casita y punto. Nada de poner un pie en a saber qué antro de mala muerte o de gente rara.
—De momento se muestra muy prudente, pero en cuanto entra en el cuarto oscuro se desmelena y no hay quien la pare —apuntó Siwon serio como si sus palabras fueran una verdad universal.
—¡¿Cómo?! —exclamó atónita una _______________ que, por lo visto, era aspirante a descocada viciosa y a la que no le habían informado con tiempo suficiente para prepararse ante semejante currículo.
Tenía que hacer algo para pararle los pies, pero sin llamar la atención de los allí presentes, pues Siwon, estaba segura, se vendría arriba para no defraudar a su público.
—No le hagáis caso —interrumpió él todo ufano aguantando la risa—, dadnos una media hora y estaremos allí —prometió añadiendo una de esas sonrisas seductoras que convencían a cualquiera; claro que, con ese par, no había que esforzarse demasiado.
Esto último no pareció gustarles mucho, especialmente a la rubia, que tenía intención de disfrutar en exclusiva de los talentos ocultos de Siwon.
—Vale, pues nos vemos en el club —aceptó sin arrugar demasiado los labios, comportamiento que era de esperar en mujeres como ella.
«Seguramente para que el colágeno no se estropee o algo peor», pensó _______________.
Cuando por fin esas dos liantas se marcharon a petardear por ahí, _______________ se puso en pie, con más dificultad de la prevista debido a lo ajustado de su maldito vestido, y se encaró con él, dispuesta a parar esa locura.
—No pienso ir contigo a ninguno de esos antros de gente rara que a saber qué guarradas hacen. ¿Entendido? —Inspiró profundamente, consiguiendo que casi se desbordara su escote.
Hecho del que él se percató, valorando positivamente lo que veía. Ella, cabreada al comprobar que Siwon permanecía impasible ante sus palabras, continuó al ataque.
—Ahora mismo voy a llamar a un taxi y...
—¿Problemas? —preguntó un hombre acercándose hasta ellos y
examinándola con descaro para al final sonreír evidenciando su aprobación—. ¿Cómo estás? —preguntó a Siwon esperando a que éste se explayara y le contara quién era su acompañante.
—Aquí, discutiendo con la dama, empeñada en llevarme la contraria — respondió él sin entrar en más detalles.
De momento, todo dependía de que esa pirada supiera estar a la altura de las circunstancias, cosa que dudaba.
—Como todas —convino el recién llegado—. He oído que vas a pasarte por el club esta noche...
«Joder, las noticias vuelan...»
—Eso parece —murmuró sin comprometerse—, aunque primero tengo que convencerla. —Hizo un gesto burlón señalando a _______________ y así de paso le echaba toda la culpa, de tal forma que él quedaba indemne.
—Pues que tengas suerte, chaval —lo animó palmeándole la espalda para después dirigirse a ella—. Señora, yo no lo pensaría tanto; con él — señaló a Siwon—, la diversión está asegurada.
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Quiero lo mismo que tu (Adaptación Siwon)
Fiksi Penggemar__________, está deprimida; sólo quiere encerrarse en casa, atiborrarse de calorías y escuchar música romanticona resignada, traza nuevos objetivos, empezando por buscar un empleo en el que el jefe (condición indispensable) no sea...