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Parte 4: La Familia es lo que Importa

Tres años habían pasado desde que nuestra vida dio ese giro inesperado, y ahora estábamos más inmersos que nunca en el mundo que habíamos creado. Las cosas habían cambiado, y aunque en algunos aspectos parecían mejorar, en otros, solo se habían vuelto más complejas.

Lionay se casó con Marissa Harris, la hermana de Dylan y Jake, nuestros compañeros de toda la vida. La boda fue un momento de alegría en medio del caos que nos rodeaba. Ver a mi hermano sonreír de esa manera me dio una pequeña chispa de esperanza. Poco después, Marissa dio a luz a mellizos, y ahora había otro bebé en camino. La familia crecía, pero también lo hacía la red que manejábamos.

Habíamos comprado un almacén, un lugar que servía de fachada para nuestras operaciones. Detrás de los estantes de comestibles y productos básicos, cuidábamos cuidadosamente las plantas de marihuana que se habían convertido en una parte vital de nuestro negocio. El almacén era más que un lugar de trabajo; era nuestro refugio, un lugar donde podíamos ser nosotros mismos sin las máscaras que usábamos en el exterior.

Sin embargo, no todo era tan sencillo. Tuvimos varios enfrentamientos con otras bandas que querían un pedazo de nuestro territorio. El más grave fue con Braian, un tipo que alguna vez consideramos parte de nuestra familia. Pero Braian habló de más, se metió en asuntos que no le correspondían, y luego, simplemente desapareció. No supimos más de él, y aunque su ausencia trajo algo de paz, también nos dejó con una desconfianza permanente hacia quienes una vez llamamos amigos.

La red que Lionay manejaba se había expandido, y con ella vinieron nuevos aliados y nuevas amenazas. Entre ellos estaba Soffia Aymmar, una oficial de policía que, en un giro irónico del destino, se convirtió en una de nuestras mayores aliadas. Soffia nos proporcionaba información valiosa, nos daba vía libre para operar y nos protegía de caer en las manos equivocadas. A diferencia de muchos otros, Soffia nunca pidió nada a cambio. Solo quería que mi hermano, Ivette y yo estuviéramos a salvo. Siempre me pregunté qué la motivaba realmente, pero nunca tuve el valor de preguntarle directamente.

Ivette, que ahora tenía dieciocho años, había descubierto la verdad sobre nuestras actividades hace un año. Fue un momento que Lionay había tratado de evitar a toda costa, pero cuando finalmente ocurrió, no hubo vuelta atrás. A pesar de nuestros esfuerzos por mantenerla al margen, Ivette decidió unirse a nosotros. Ahora era parte de los "Black Diamonds," como nos habíamos bautizado, y aunque me dolía verla involucrada en este mundo, también entendía que no había otra opción. La vida nos había llevado hasta aquí, y ahora todos llevábamos el peso de nuestras decisiones.

El nombre de "Black Diamonds" empezaba a hacerse conocido en el barrio y más allá. Habíamos ganado poder, respeto y temor, pero también habíamos acumulado enemigos. Cada día era una batalla por mantenernos en la cima, por proteger lo que habíamos construido y, sobre todo, por mantenernos a salvo.

A veces me preguntaba si todo esto valía la pena, si el dinero, el poder y la seguridad eran suficientes para compensar todo lo que habíamos perdido en el camino. Pero entonces miraba a Lionay, a Marissa, a Ivette, y sabía que, a pesar de todo, lo único que realmente importaba era mantener a mi familia unida, sin importar el precio.

El futuro seguía siendo incierto, pero una cosa era segura: los Black Diamonds no retrocederían. Habíamos llegado demasiado lejos para dar marcha atrás. Y aunque el camino por delante estaba lleno de peligros, sabíamos que, juntos, podríamos enfrentarlo todo.


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Les dejo uno mas.. 

Disfrutenlo.