Después de 3 orgasmos increíbles, el omega juraba que Max ya lo dejaría tranquilo y podría quedarse en cama para simplemente ser el. Pero no fue así.
Cree haber dormido al menos una hora abrazado al alfa hasta que este lo despertó diciendo que debían ir a su cita.
Intentó llevarle la contraria y simplemente hacer que Max se rindiera pero luego de una distracción, el alfa no dudo en levantarlo como un saco de papas y llevarlo a los establos.
Un carruaje los estaba esperando y faltaba poco para que fuera el anochecer, lo cual ponía algo nervioso al Omega aunque una tropa bastante amplia de la guardia real los acompañaba.
Este carruaje era distinto al que usaron para su recorrido, este era un carruaje que parecía una caja negra algo pequeña con ventanas cubiertas de una cortina de las mejores telas del reino y los asientos estaban recubiertos de los mejores cueros exportados de otras tierras.
El camino podría decir que fue largo, atravesaron prácticamente todo el reino hasta llegar a los límites de la ciudad, donde se conectaba el reino con tierra de nadie.
En el carruaje estuvo abrazado al brazo de Max y recostó su cabeza en el hombro buscando dormir al enterarse que el camino sería largo, pero lejos de dormir se quedó atento al camino, a la respiración del hombre a su lado, quién al creerlo dormido, no dudo en darle un beso en la coronilla, no sin antes oler su cabello.
Nat sentía que tal vez así debía ser el limbo, un lugar donde se andaba sin rumbo y ritmo, con la tranquilidad que sólo puede ofrecer la luz y al mismo tiempo la oscuridad del atardecer.
Un lugar donde estar con el alfa se sentía bien, estaba bien y era lo que estaba destinado a hacer desde que piso la tierra.
Claramente su teatro de "estar dormido" se desmoronó completamente al ver a lo lejos, con luces y humo en la chimenea la casita debajo del árbol al limite de la ciudad.
Se levantó casi de inmediato señalandosela al mayor con un nerviosismo claro.
- ¡Max compraron la casa! - Dijo preocupado y desanimado. - Y-y la arreglaron en tiempo récord... S-supongo que me quede sin hogar.
- Oye tu hogar es donde este tu alfa. - Respondió intentando animarlo.
- ¿Y acaso tu hogar es donde este yo? - Preguntó claramente seguro de que esto tocaría alguna fibra sensible, el no va a olvidar que se le fue infiel solo porque aceptara unos castigos y le diera unos orgasmos que aún tienen sus piernas débiles y temblorosas.
Se notaba que Max se había quedado congelado por unos minutos, que había pensado muy bien sus respuestas y sus cartas, lo cual decepcionaba a Nat, recordandole que para Max esto solo era un simple juego.
Cuando por fin se atrevió a responder, fue interrumpido por el hombre que manejaba el carruaje informándoles que habían llegado a su destino.
Nat solo se aseguró de mirarlo fijamente antes de girar sus ojos, el quería asegurarse de dejarle en claro a Max que esa pausa había dolido, profundo debía insistir y que claramente recordaría esto.
Por más que esto fuera un matrimonio por beneficios, el quería que el alfa entendiera que Nat estuvo con el, desde incluso antes de cualquier cosa, antes de cualquier corona prometida, cuando Net se fue a sus aventuras y si debía recalcar el había sido fiel, incluso como sirviente, fue leal a el ¿Porque le costaba tanto devolver aquel sentimiento?
Bajo del carruaje, algo sorprendido y preocupado de estar casi en la mitad de la nada, siendo lo único que se veía la cabaña a unos cuantos metros.
- ¿Qué te parece? - Dijo Max intentando romper la tensión del momento.
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Tyrant. - Maxnat
FanfictionMax es un alfa, hijo del rey del reino más rico de Tailandia quien desea heredar el trono. Pero al ser el hijo menor de la familia Kornthas, su única opción es casarse y tener un hijo antes de que su hermano vuelva a reclamar su posición. Por ello y...